Cualquier McLaren 675LT es un coche especial que realmente destaca entre la multitud, aunque si su propietario decide hacerlo más exclusivo e incluso más llamativo la solución perfecta se encuentra en el departamento especial de la marca conocido como MSO (McLaren Special Operations).
Cada creación realizada es una obra única que trata de sacar el máximo partido de todos y cada uno de los modelos salidos de la fábrica de Woking. En esta ocasión han querido rendir homenaje a un vehículo que forma parte del glorioso y exitoso pasado de la marca en el mundo de la competición. Hablamos del McLaren F1 GTR de 1997 del equipo Gulf-Davidoff GTC, una máquina que se alzó con la victoria en su categoría en ese mismo año en las míticas 24 Horas de Le Mans.
Pero empecemos por el exterior. Los tonos azul claro, negro, rojo y el característico naranja presente en varias zonas del coche – especialmente en la raya que atraviesa la carrocería – son una señal inequívoca de la emblemática decoración Gulf Racing. Pero dicho uniforme no podía estar al completo sin unas llantas de 20 pulgadas terminadas en color Dayglo Orange. El remate final lo ponen algunos elementos disponibles dentro del rango de opciones de MSO para el 675LT. Hablamos del paragolpes frontal, la toma de aire situada en el techo y un alerón trasero en fibra de carbono que ayuda en las frenadas.
El interior, por su parte, ha sido diseñado para complementar tanto a la decoración exterior como a la personalización. El ingrediente principal son unos asientos deportivos terminados en Alcantara de color negro con unas costuras haciendo contraste en naranja y azul, sin olvidar las iniciales del propietario en la parte superior y los cinturones de color intenso. No obstante, dichos tonos también están presentes en algunos bordes de la consola central y en las rejillas de ventilación, entre otros.
El encargado de propulsar al modelo de Woking es un V8 de 3.8 litros turboalimentado que no ha recibido modificaciones por lo que sigue ofreciendo 675 caballos a 7.100 revoluciones y un par máximo de 700 Nm. Todo ello se transmite a las ruedas traseras a través de una caja de cambios automática de doble embrague con siete relaciones. Unas cifras que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 2,9 segundos, mientras que su velocidad máxima es de 330 km/h.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta