A veces romper con lo convencional es obligatorio. Cuando nos decidimos a comprar un coche nuevo queremos, sobre todo, diferenciarnos del resto ya sea por potencia, diseño, calidad o equipamiento. Sabemos lo que queremos pero al contrario que los fabricantes, no solemos dividir los coches por tipos o segmentos.

Diría, incluso, que nos limitamos a fijarnos en aquéllos que cumplen dos requisitos: me gusta y me lo puedo permitir. Por eso ésta no podía ser la típica comparativa entre rivales directos. Poniéndonos en la piel de cualquier joven mileurista, amantedel motor, hemos seleccionado cuatro perfectos candidatos a ser el primer deportivo de vuestro garaje. Son modelos completamente distintos de dos, tres, cuatro y cinco puertas, con configuraciones de dos, 2+2, cuatro y cinco plazas, respectivamente. Sólo tienen una cosa en común: cumplen a rajatabla esos dos mandamientos citados, son tan atractivos cómo asequibles. El primer tramo de nuestra ruta transcurre por una exigente carretera de montaña y pronto el más veterano de los cuatro -junto con el MX5- comienza a marcar el ritmo en el puerto.

GARRA RECONOCIDA

A pesar de estar en pleno peligro de extinción -su sustituto llegará a principios del año que viene- el León demuestra queno ha perdido su facilidad para adaptarse al medio y este mismo año ha renovado su equipamiento y extendido el acabado FR

a todas las versiones, dando lugar a este interesante León FR 1.8 TSI de 160 caballos, hoy por hoy el compacto de gasolina con mejor relación precio-potencia y el más rápido de nuestros protagonistas.
Su motor demuestra un gran empuje desde abajo, el cambio manual se seis marchas se maneja con precisión y el acabado FR además de reforzar su estética, le ha proporcionado la suspensión de ajuste más rígido, que nos permite enlazar curvas con gran agilidad y la máxima confianza.

Tan sólo echamos en falta un sonido de motor más contundente para un coche de enfoque deportivo que monta un doble escape cromado. Este León no ruge tanto como cabría esperar y presenta un consumo demasiado elevado para quien vaya a realizar un buen número de kilómetros al año. Sin embargo, no hay que olvidar que es el coche más práctico y capaz de la comparativa, con espacio de sobra para cinco pasajeros, un maletero de 340 litros y un confort en marcha intachable.

TRADICIÓN JAPONESA

En el extremo opuesto se encuentra el MX-5, contemporáneo del León en su última versión, sigue a duras penas el ritmo de éste en autovía pero que se pega a su trasera como una lapa cuando la carretera se tuerce. En este terreno se beneficia de unas características bien distintas a las de sus rivales: reparto de masas equilibradoentre los dos ejes, centro de gravedad bajísimo y una gran ligereza hacen del ‘Miata’ una máquina perfecta para enlazar curvas consecutivas.

La dirección, súper directa, nos permite apuntar con gran precisión al vértice de las curvas, la suspensión es rígida pero no resulta seca en absoluto y el motor 1.8 ofrece una gran respuesta al acelerador.
Por el contrario, la veterana caja de cambios de cinco velocidades con desarrollos demasiado cortos, limita las posibilidades del motor, que marcha demasiado revolucionado en autovía. Esto redunda en una sonoridad excesiva y un consumo elevado en circunstancias normales aunque, a diferencia del bloque de Volkswagen que monta el León, el gasto no es excesivo.

No cabe duda de que el Mazda es el más deportivo de la comparativa y también el más llamativo. Permite disfrutar al máximo de la conducción al aire libre pero el ritmo y confort en autovía siguen siendo las dos asignaturas pendientes de un coche que, por otro lado, siempre marca estilo.

AIRE FRESCO

Después del Mazda, el Honda CR-Z es el más deportivo de concepción. Un cupé, inspirado en el CRX, que combina una carrocería de tres puertas con un interior de 2+2 plazas, angosto en su parte trasera. Por el contrario, delante marchamos cómodos. La postura de conducción es bastante baja y nos deja muy cerca del volante, con la palanca del cambio y una serie abrumadora de botones a mano. Se nota que conducimos un coche más moderno que los dos anteriores y no sólo por el diseño del habitáculo, también por el equipamiento.

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Es el único que se arranca mediante un botón y dispone de distintos modos de conducción, así como de motorización híbrida. Con la sensación de estar conduciendo el cupé del futuro, nos sorprenden las primeras curvas. El CR-Z vira plano y se maneja con cierta soltura en este ambiente. El tacto de la dirección y el cambio manual, de seis marchas y recorridos cortos, son exquisitos y sólo echamos en falta una suspensión más rígida y unos neumáticos más deportivos. Ya no estamos acostumbrados a manejar un cupé con llantas de 16 pulgadas. En cambio, esta cualidad le sirve para ofrecer un consumo casi dos litros más bajo que el resto. Absolutamente brillante para un coche que, gracias a la asistencia del motor eléctrico, acelera como el MX5.

TOMA LA ALTERNATIVA

El Veloster debuta en nuestras páginas, con la misión de hacer olvidar el Coupé de los 90 y con un cartel de lujo. Frente a tres rivales tan distintos se sitúa como una opción intermedia, interesante por su original carrocería de cuatro puertas, su habitáculo de
cuatro plazas reales y un diseño impecable. Por sus formas se parece bastante al CR-Z, de hecho ambos comparten un defecto: la escasa visibilidad trasera. Sin embargo, la mayor longitud del coreano le concede un espacio interior más amplio y mejor aprovechado.

Este cupé se sirve del chasis ensanchado del i30 para garantizar una buena estabilidad, una ganancia que no se deja notar demasiado debido a una suspensión de ajuste más bien blando que nos convence más en autovía que en carreteras viradas. Y algo similar sucede con su motor, el 1.6GDI de gasolina e inyección directa que anuncia 140 caballos. No acelera con tanta rapidez como te esperas pero sí lo suficiente para superar a los CR-Z y MX-5 en este apartado y eso que no gasta demasiado. Resulta válido para el día a día, cómodo para viajar y ágil en carretera, aunque no tanto como sus rivales de hoy.

DESPUÉS DE TODO...

Con cuatro rivales tan distintos, has de valorar bien tus necesidades. El Veloster es el más original, el León elmás rápido y capaz y el CR-Z gasta mucho menos que el resto; pero ninguno resulta tan divertido como el Mazda MX5.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.