Honda repite la fórmula que llevó a la práctica su compatriota Toyota con el GT86: en apenas un año, mostrar dos prototipos del cupé. Y es que el sucesor del NSX hizo su primera aparición en enero de 2012 bajo la marca Acura para luego hacer lo propio en el Salón de Ginebra del mismo año con Honda... y mostrarse una tercera vez pintado en un atractivo rojo en el Salón de Pekín de abril.
Desde entonces, no se habían vuelto a tener noticias, salvo rumores, y se desconocía que en el Salón de Detroit hiciese aparición. Era un tapado en toda regla. ¡Y menuda sorpresa! Honda-Acura ha modificado el aspecto exterior del cupé para acercarlo más a un NSX de producción, con un frontal que mantiene su afilada caída y una trasera que presenta soluciones específicas, como como unos pilotos agrandados y un difusor propio de la alta competición. Las llantas en forma de hélice y la pintura que baña la esculpida carrocería también son inéditas en este concept car.
Lo que realmente es nuevo porque no se había mostrado antes es el interior que, como se aprecia en las fotografías, “mantiene la esencia del NSX original”, como declaran desde Honda, “en el que los diseñadores se han esforzado por ofrecer una sinergia entre el hombre y la máquina”. Ésto se aprecia en la simpleza de mandos de la consola central, en el que apenas unos botones controlan el cambio automático –con función Sport incluida–, el climatizador bizona y el sistema de infoentretenimiento.
En el apartado mecánico, se mantiene el esquema híbrido del anteriorshowcar, que aúna la fuerza de un propulsor gasolina V6 de inyección directa con uno eléctrico que, en principio, le servirá para dotarle de tracción integral.
