Ford ha presentado la cuarta generación de su gama Super Duty de pick-ups de más de 3,9 toneladas en la Feria Estatal de Texas. El modelo 2017 de los F-250, F-350 y F-450 sigue los pasos del F-150 de media tonelada en evolución estética, mecánica y de materiales. Al igual que la camioneta de menor tamaño, estos modelos se han sometido a un estricto régimen de aluminio en su carrocería para "adelgazar" hasta 136 kilogramos.
El frontal es completamente nuevo y, al igual que el del F-150 2016, exhibe una calandra más predominante aún que invade parte del espacio de los faros -en opción pueden integrar ledes diurnos-. También cambian las tomas del paragolpes, los retrovisores -incluyen una nueva luz de cortesía- y el emblema lateral, de mayor tamaño y situado junto al borde del capó y las puertas.
Según el responsable de diseño de la gama Super Duty, Gordon Plato, la idea partía de sustituir las líneas verticales que gobernaban la imagen del F-150 por otras horizontales que realzaran la mayor robustez de estas pick-ups de gran tonelaje. La cuarta generación se ofrecerá con más de treinta combinaciones posibles de tipos de cabina y caja trasera.
Por dentro se repiten las pautas estilísticas del F-150, solo que con proporciones mucho mayores y piezas de distinta factura. Los ocupantes disponen de asientos con masaje en la fila delantera -dos plazas individuales o una banqueta con un cajón central-, techo solar y, en el caso de pedir cabina doble, cinturones inflables en los extremos de la trasera -en cuyo suelo puede incorporarse otro espacio donde guardar objetos- .
Según Ford, el bastidor de la línea Super Duty 2017 incrementa el uso de acero de alta resistencia hasta el 95 %, lo que le confiere una rigidez 24 veces mayor que antes. El F-450, la versión más capaz, puede remolcar hasta 14,2 toneladas, un grado alcanzado gracias a la instalación de ejes y frenos más voluminosos.
Los motores siguen siendo los V8 de 6,2 litros y 390 caballos y V10 de 6,8 litros y 367 caballos de gasolina y el turbodiésel V8 de 6,7 litros de 446 caballos. Ford afirma haberlos "actualizado y mejorado", si bien no concreta de qué forma ni a qué aspectos afecta.
Sí ha explicitado cómo renueva el equipamiento, que abarca desde el nuevo sistema multimedia SYNC 3 hasta una tecnología inédita en el segmento. Se trata de una cámara que se monta detrás del remolque y que permite ampliar el campo visual. La apoya el detector de obstáculos en ángulo muerto, cuyas cámaras, al estar colocadas en la base de los retrovisores, funcionan incluso cuando estos están plegados mientras se realizan maniobras complicadas.
