La versión más deportiva del Fiesta, al igual que el Golf, también tuvo que esperar a su segunda generación para ver incrementado el número de ventas. El XR2 Mk2 se lanzó en el año 1984, aunque la marca tuvo presente el proyecto desde el ’82. Las reformas en relación a la anterior generación fueron notables. En primer lugar se sustituyó el motor por un nuevo 1.6 con carburador de doble cuerpo que provenía del Escort XR3 y del que se extraían 96 caballos para unos escasos 886 kilos de peso. También se incorporó una nueva caja de cambios de cinco velocidades, suspensiones más firmes y una serie de aditamentos estéticos para la carrocería: pasos de rueda, faldones, alerón y faros antiniebla, que le daban gran personalidad. Con estas premisas y un precio de venta más atractivo que sus competidores –desde 1.367.300 pesetas en España- no es de extrañar que hasta un 10% de los Fiesta Mk2 que se vendieron lucieran las siglas XR2 en su carrocería.

En su regreso el Fiesta XR2 nos deja muy buenas sensaciones. Su imagen exterior, todavía hoy, nos sigue resultando una de las más llamativas de esta comparativa.

En el interior, sin embargo, la percepción cambia por completo. El habitáculo dispone de una instrumentación muy sencilla, el volante resulta un poco pequeño y echamos de menos algunos detalles de personalización.

En cualquier caso, nos acoplamos perfectamente en un puesto de conducción bastante bajo y comenzamos nuestro recorrido. Enseguida, notamos que el chasis ofrece una gran sensación de aplomo, sorprendente para un coche de su época tamaño y peso. También nos gusta mucho su capacidad de frenado y la dirección, precisa en carretera y bastante manejable en ciudad a pesar de no disponer de asistencia.

El motor 1.6 de 96 caballos también nos encandila porque resulta muy aprovechable a medio régimen, aunque carece de la finura y potencia de otros de esta comparativa. En este sentido encontramos el único punto en común con su contemporáneo, el Fiesta Sport 1.6 Ti-VCT. Al igual que su antepasado dispone de un motor de gasolina atmosférico de idéntica cilindrada que estira su potencia hasta los 120 caballos. Sin embargo, nos exige llevarlo todavía más alto de vueltas que el XR2 para disfrutar de una buena respuesta y se queda un paso por detrás de sus rivales en cuanto a prestaciones, sin que el consumo tampoco resulte brillante.

Además, estéticamente media un abismo entre ambos, aunque esperamos con ansia la llegada de un Fiesta ST que tome verdaderamente el relevo de este XR2 unas cuantas generaciones después.

De momento nos parece que el moderno sólo mejora al anterior gracias a la gran agilidad de su chasis y a la inmejorable insonorización del habitáculo, pero esta versión Individual, paradójicamente, no logra diferenciarle tanto de la gama como ocurre con el XR2, un coche con mucho más sabor.

* Agradecemos la colaboración de Yamotor.com, que nos cedió este excelente Fiesta XR2. Haciéndote socio podrás disfrutar no sólo de este tipo de coches, sino de otros muchos clásicos los fines de semana sin preocuparte de nada más que conducirlos.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.