Desde que en 2014 los principales responsables de Cadillac presentaran buena parte de los planes de la marca americana para lo que queda de década, la gama premium de General Motors ha ido reformulándose. Poco a poco comenzamos a ver más números dentro de esas siglas, y una gama sedán que se está viendo reducida en favor de los SUV.
Y en esa nueva y simplificada gama de berlinas una de las novedades es que Cadillac quiere volver al segmento de los sedán compactos, un campo en el que no la veíamos desde que a mediados de la década pasada intentara dejar su huella en Europa con el Cadillac BLS. Ese regreso será tarea del Cadillac CT4 que tras verlo por primera vez en el pasado mes de mayo, ahora acaba de ver la luz de forma oficial.
Con este modelo, Cadillac quiere tener un sedán de acceso por debajo del lo que hasta ahora era el ATS, con una plataforma muy evolucionada de éste, para competir en un mercado que cada vez tiene más protagonismo con el Audi A3 Sedán, el Mercedes CLA y el nuevo Clase A Sedán y un futuro BMW Serie 1 Sedán y a juzgar por las imágenes y su alargada silueta con un largo capó puede que aspire a algo más que eso, al menos en tamaño.
Su elegante carrocería recoge rasgos ya vistos en su hermano en el CT5 y especialmente en el Escala Concept, y ya sabemos que llegará con distintos acabados: siendo estos los Luxury, Premium Luxury y Sport. Estos se diferencian estéticamente por llevar llantas distintas, optar por embellecedores en negro o en el color de la carrocería en vez de en cromado, así como un diseño ligeramente diferente de las ópticas y el difusor traseros, además de contar con un pequeño spoiler, entre otros detalles.
Aunque tampoco le faltará un toque de deportividad ya que llega con una tracción trasera como opción estándar, aunque también está disponible una versión con tracción integral. En cuanto a los motores la opción de acceso es un bloque turbo de 2.0 litros y cuatro cilindros con inyección directa, que ofrece 240 CV y 350 Nm de par máximo. Por encima de este se sitúa un propulsor turboalimentado de 2.7 litros, con 313 CV y 471 Nm. Aunque ambos recurren a una caja de cambios automática por convertidor de par, el primero cuenta con ocho velocidades y el segundo con diez.
En su interior también se aprecia un notable salto adelante en calidad de acabados respecto al ATS, destacando la pantalla táctil de ocho pulgadas, y con un diseño prácticamente similar al CT5, ofreciendo una experiencia de usuario a la altura de los últimos modelos de GM. Se espera que las primeras unidades lleguen a los concesionarios estadounidenses a finales de este año.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
