El escultural largo de 5,17 metros, 1,92 de ancho y 1,27 de alto del Ciel (que significa cielo en francés) esconden nada más que un ejercicio de diseño que ha sido presentado en sociedad en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, California (EEUU). Con el ojo puesto en los grandes cabrios del mercado, como el Rolls Royce Drophead Coupé (513.000 euros), el Ciel Concept está impulsado por un propulsor V6 de 3.6 litros (de cilindrada bastante contenida) y 425 caballos transmitidos a las cuatro ruedas. Cuenta con la peculiaridad de tener un pequeño motor eléctrico alimentado por baterías de ión-litio que asiste al V6.

Los led tienen todo el protagonismo en los faros, junto con unas llantas sobredimensionadas de nada más y nada menos que 22 pulgadas (fabricadas con aluminio y níquel) a través de las que se vislumbran los frenos cerámicos (las gomas tienen unas medidas de 265/35). La pintura de la carrocería se inspira en el color que tiene un copa de vino tinto cuando recibe los rayos de sol en pleno atardecer (se llama Cabernet).

Al habitáculo, diseñado como un 2+2 plazas, se accede a través de las puertas de tipo ‘suicida’ (se abren en sentido contrario al habitual), que carecen de pilar central. Cada uno de los ocupantes puede conectarse al sistema multimedia a través de la tecnología WLan. La consola central elimina todas las funciones habituales de los coches que están a la venta (no tiene ningún mando, ni los de la climatización ni los de la radio) y el cuadro de mandos, iluminado en una tonalidad azulada, mezcla información analógica con digital. Los más observadores se habrán dado cuenta que tampoco existen tomas de ventilación frontales; el aire se distribuye de forma indirecta a través de pequeñas toberas colocadas en otros puntos frente a los habituales. También están presentes los asientos calefactados, cofres con crema solar, toallas, gafas de sol e, incluso, humificadores.