Este deportivo, denominado BMW i8 Hydrogen Fuel Cell, es lo último de la casa de Munich y como su nombre indica, se beneficia de la última tecnología en hidrógeno de la marca. Sí, todavía es un prototipo y está en fase experimental, pero después del éxito del BMW i3 y sobre todo del i8, ha conseguido ponernos los dientes largos.
El objetivo de la marca del aspa no es otro que tener un vehículo híbrido de hidrógeno en 2020 y la estrategia pasa por combinar sus motores eléctricos con la tecnología Fuel Cell Electric Vehicle (FCEV) heredada de Toyota. ¿Suena bien, verdad? En BMW quieren beneficirse de su alianza con los japoneses, que ya cuentan con un modelo de serie a hidrógeno, el Toyota Mirai.
De momento, el BMW i8 Hydrogen Fuel Cell concept completó el programa de pruebas previsto sin problemas y lo hizo en el recinto más grande que la casa alemana tiene en Europa, el circuito de Miramas, situado al sur de Francia. Se estima que merced a este combustible, el i8 logra una autonomía extra de unos 300 kilómetros, que habría que sumar a la que proporcionan las baterías por sí mismas.
En estas jornadas tecnológicas también hemos conocido otros planes de futuro más inmediatos, como el lanzamiento de un BMW Serie 2 Active Tourer híbrido enchufable, con un sistema eDrive basado en el del i8 pero con menos potencia. El siguiente modelo que saldrá beneficiado de esta tecnología será el Serie 5 GT, mientras que los rumores de un futuro BMW i5 continúan siendo insistentes. Lo que es seguro es que la marca también trabaja en nuevos motores de combustión con inyección directa de agua para mejorar su eficiencia, así como con propulsores TwinPower Turbo de alto rendimiento.
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