La semana pasada sorprendió a nuestros fotógrafos espía en el circuito de Nürburgring y hoy, este Aston Martin Vantage GT8 ya es una realidad. Según nos destacaron nuestros informadores tanto su velocidad en el paso por curva como su sonido eran abrumadores y ahora lo entendemos todo porque hablamos de un auténtico track car, desarrollado a partir del GT3 de carreras, pero perfectamente homologado para carretera.
Con un kit aerodinámico completo, una suspensión rebajada al máximo y un interior aligerado, este Vantage GT8 quiere ser la alternativa razonable al exclusivo Vulcan, que ha causado sensación entre los clientes de la marca. En total, el trabajo realizado ha permitido aligerar 100 kilos de peso añadiendo un techo de fibra de carbono, ventanillas laterales y luneta trasera de policarbonato, escape de titanio o unas llantas monotuerca de magnesio con cinco radios que calzan neumáticos Pilot Sport Cup 2.
En el habitáculo nos encontramos con unos bacquets con carcasa de fibra de carbono, mismo material que reviste los paneles de las puertas o determinadas zonas del salpicadero. Incluso cuenta con una batería de litio, más ligera y también más duradera que la de serie.
En el plano mecánico, este GT8 mantiene el motor 4.7 de los Vantage más 'básicos', pero con una potencia de 446 caballos. Con este poderoso V8 y su mayor ligereza promete ser más rápido que el Vantage V12 y por supuesto, más efectivo. Además, está disponible con la transmisión manual de seis marchas o con la secuencial Sportshift, de siete con las que envia todo el par motor a las ruedas traseras.
Aston Martin ya acepta reservas para este Vantage GT8 del que sólo se producirán 150 unidades disponibles en tres decoraciones distintas: gris China y azul, blanco Stratus y verde o verde Stirling y lima. Su precio de salida: 207.000 euros. Como dicen en un conocido anuncio televisivo, no tenemos sueños baratos.
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