Seat cuenta ya con su patrulla X particular, una serie de modelos alterados genéticamente para pasar de turismos a portentosos SUV o todocaminos, si lo prefieren. El Ateca fue su primer integrante y el Tarraco será el último pues está a punto de llegar, pero hoy analizamos al hermano pequeño de ambos: el Seat Arona.

Este modelo comparte chasis y motorizaciones con el Ibiza, uno de los modelos más difundidos en nuestro mercado, pero al primer vistazo, no encontramos ni rastro del popular utilitario. Su carrocería, más robusta y también más colorida, alcanza los 4,14 metros de longitud, presenta una altura de 1,54 y sólo su anchura se mantiene en unos contenidos 1,78 metros. Respecto a la mecánica elegida para la prueba, estamos ante el único Arona –hasta el momento– que puede llevar un motor diésel asociado al cambio automático DSG. Es el 1.6 TDI de 95 caballos y declara un consumo de 4,1 litros en ciclo mixto homologado pero veamos qué sucede en uso real…

youtubeView full post on Youtube
A favor: Dinamismo. Espacio interior. Equipamiento. Consumo contenido. Precio. En contra: Interior calcado al Ibiza. Algunos detalles y ajustes. Respuesta del TDI en bajas.