A pesar de que su nombre evoca al 'abominable hombre de las nieves', lo cierto es que el Yeti de Skoda es un coche racional, asequible y, en este final de año, mucho más atractivo que su antecesor. Posee la estética todocamino que tanto demanda el público (prueba de ello es el éxito del Nissan Qashqai, que se cuela en la lista de los más vendidos cada mes), una configuración interior para cinco pasajeros (con asientos traseros correderos e independientes VarioFlex, al estilo de un monovolumen) y ahora una dicotomía en su puesta a punto: una versión enfocada para asfalto y otra denominada Outdoor, con parachoques modificados y de apariencia off road.

Del aspecto tú mismo puedes darte cuenta que el frontal es la parte que más cambios ha sufrido: parrilla agrandada y ópticas agrupadas en vez de las características independientes del modelo anterior le confieren un aspecto más robusto. En la zaga, los pilotos poseen ahora iluminación opcional por led con la ya popular forma en C, presente en el Rapid o el Octavia.

El maletero varía su capacidad desde los 405 litros hasta los 1.760 sin asientos traseros

Sus dimensiones son idénticas (4,22 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 1,69 metros de alto) y se configura con siete motores, con 4x2 o 4x4 y cambios manuales o automáticos DSG de doble embrague. En nuestra toma de contacto por autopistas y carreteras secundarias, nos pusimos a los mandos del turbodiésel 1.6 TDI de 105 caballos, muy suave y agradable en su funcionamiento. Si bien su rumorosidad no es uno de sus puntos fuertes, el consumo sí que lo es, con medias reales en torno a 4,5 litros a los 100.

A continuación nos montamos en el gasolina 1.8 TSI de 152 con DSG para hacer una ruta por campo. Con la función Off Road activada, descubrimos cómo el Yeti se desenvuelve a la perfección por caminos complicados, con la tracción integral Haldex de quinta generación repartiendo el par entre los dos ejes. Este programa Off Road detecta por sí solo las bajadas y regula la velocidad de descenso, actuando continuamente en los frenos y en el acelerador.

Es el primer Skoda que incorpora cámara de visión posterior, que se activa con la marcha atrás

Entre los detalles prácticos con los que cuenta el Yeti están las guanteras en las puertas y bajo la consola central, así como el portagafas superior. También destaca la funda del maletero reversible: por un lado es de goma (fácilmente lavable con un manguerazo) y, por otra, de tela, de aspecto más elegante.

Según nos comunica la marca, el Yeti Outdoor llega a los concesionarios por 14.450 euros para la variante 1.2 TSI de 105 caballos (cuando el precio de partida es de 20.600 euros, al aplicarse Plan PIVE y diversos descuentos de lanzamiento). En el caso del Diesel, el 1.6 TDI 105 caballos se vende por 17.480 euros con idénticas promociones que el gasolina. Si prefieres que el Yeti tenga una estética tradicional sin elementos camperos, debes restar 200 euros a los precios antes indicados. Ambos casos (Outdoor y Normal) se configuran con tres niveles de equipamiento: el básico Active, el intermedio Ambition y el superior Elegance.

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