Para ello ha dado un paso adelante en cada uno de los apartados sobre la plataforma modulable MQB, tanto en lo que se ve, como en lo que se siente conduciéndolo. Y es que las ventas de SUV siguen aumentando en todos los mercados y Volkswagen no solo no quiere perder el paso, sino que prepara toda una ofensiva que, además de entrar en nuevos segmentos SUV, quiere comenzar afianzando su producto estrella, uno de sus cuatro pilares comerciales. En lo que va de 2016, las ventas de SUV en España suponen ya el 28 por ciento del total.

Con el Tiguan, aprovecha las ventajas que le proporciona la plataforma modulable MQB para dotar a su nuevo producto de una carrocería más proporcionada, aumentando además sus dimensiones, con 6 cm más de longitud (4,49 m) y 3 cm de anchura, ampliando a su vez la distancia entre ejes en 8 cm. Un aumento que se traduce en una mejor habitabilidad, con unas plazas traseras que mejoran en todas sus cotas, con 3 cm extras más para desahogar el espacio longitudinal para las rodillas, a lo que une una mayor altura de banqueta que permite una posición muy confortable. También la ganancia es evidente en volumen de maletero, con 145 litros extras respecto a su antecesor, ofreciendo un total de 615 litros con la banqueta en su posición más adelantada. No monta rueda de repuesto de serie (contando con un kit antipinchazos), disponiendo de la bandeja inferior del suelo configurable en dos posiciones para aprovechar el espacio inferior. También ofrece una gran versatilidad; la banqueta trasera se puede desplazar longitudinalmente en dos partes hasta 18 cm (antes 16 cm), lo que proporciona al Tiguan hasta 145 l extras de capacidad de maletero, y el respaldo es abatible en tres mitades.

La posición de conducción es ahora más alta y los asientos han sido totalmente rediseñados, con un mayor mullido, ofreciendo un elevado confort y sujeción. En el salpicadero, orientado hacia el conductor, no queda ningún detalle sin estudiar para proporcionar una ergonomía óptima y un acabado notable, con la instrumentación que puede montar como opción el Active Info Display que ya utiliza el Passat, pero que incluye indicadores específicos de un SUV en su pantalla de 12,3 pulgadas, con ángulo de dirección y brújula. Los plásticos duros ofrecen una buena calidad visual, pero son muy evidentes, pues quedan muy expuestos con la línea que divide la consola muy alta.

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Volkswagen ha trabajado en aligerar el peso del conjunto y, a pesar del crecimiento de sus dimensiones y al trabajo realizado sobre el chasis para aumentar su rigidez, resulta 16 kg más ligero que su antecesor. Todo esto se nota en el apartado dinámico, donde el Tiguan se convierte sin duda en uno de los referentes de su categoría. Lo habíamos conducido en situaciones extremas, pero ahora lo hemos hecho en carretera y ciudad, destacando el compromiso entre confort y comportamiento alcanzado, con una gran agilidad y una absoluta naturalidad para abordar cualquier tipo de curvas. Hemos conducido las dos motorizaciones con las que se estrena en el mercado europeo, el 2.0 TDI de 150 CV y el 2.0 TSI de 180 CV, probablemente las dos opciones más equilibradas, de tacto exquisito ambas. El TDI ofrece un funcionamiento suave y refinado, con su habitual capacidad de recuperación. Mientras el 2.0 TSI, siempre asociado al cambio DSG, destaca por su capacidad para subir de vueltas y la respuesta inmediata a cualquier régimen.

También hemos podido conducir el Tiguan en un circuito todo terreno, con las versiones off road, con el faldón delantero transformado para aumentar el ángulo de ataque de 16º a 24º. Un escenario que, aunque no será el escenario habitual para la mayoría de clientes, demuestra, apoyándose en el 4Motion Active Control, una gran capacidad para superar situaciones complicadas. Este sistema actúa sobre el cambio de marchas DSG, la suspensión, la dirección y el control de tracción y frenos, con los asistentes de arranque y descenso de pendientes para que, según el modo seleccionado (Nieve, Carretera, Off-Road y Off-Road personalizado) a través del mando giratorio situado en la consola central, optimizar al máximo la capacidad de tracción en cada terreno.

Otros dos apartados donde el nuevo Tiguan muestra su evolución es en el de la seguridad y el de la conectividad.

Adopta de serie elementos como el airbag de rodilla, el capó activo para caso de atropellos, el detector de personas o el Front y el Lane Assist. En conectividad aplica el sistema Car-Net, con tres pilares: App Connect para proyectar las funciones del smartphone, Guide & Inform, con amplios servicios on-line, siempre con la opción del navegador y el Security Service, con llamada de emergencia o control parental.

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El Tiguan está a la venta desde la tercera semana de enero para hacer pedidos con los motores 2.0 TDI 150 y 2.0 TSI 180, con un precio desde 29.560 euros en el acabado Edition para el TDI, y desde 42.200 el 2.0 TSI, siempre con acabado Sport, contando en todos los casos con un paquete especial de lanzamiento que amplía el equipamiento por un valor en torno a 3.000 euros. Ambas versiones llegarán a los concesionarios en el mes de mayo. Y en los próximos meses la gama Tiguan se irá completando con el resto de motorizaciones: para el 2.0 TDI de 190 CV ya se pueden realizar pedidos, a partir de mayo se podrá, también en pre-venta los 1.4 TSI de 125 y 150 CV y el 2.0 TDI de 115 CV, mientras que para la versión más potente, el 2.0 TDI biturbo de 240 CV, habrá que esperar hasta junio. Las versiones más potentes en gasolina y Diesel siempre van asociadas a la tracción 4Motion y el cambio DSG, mientras el 2.0 TDI de 150 CV es el único que dispone de la tracción 4x4 y el cambio automático de doble embrague con 7 velocidades como opción.

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