Llega al mercado la sexta generación del modelo más vendido por Hyundai en el mundo, que no en Europa y mucho menos en España. De hecho, desde que vió la luz en 1990 ya se han comercializado más de 11.000.000 de unidades del mismo, una auténtica barbaridad, siendo además el tercer modelo del segmento compacto más vendido del planeta por detrás del Toyota Corolla y del Ford Focus.

En esta ocasión el fabricante coreano ha aplicado al pie de la letra el libro de estilo que tan buen resultado le está dando a la hora de renovar sus modelos. Su línea responde ahora a los designios del mago Peter Schreyer, el responsable de diseño absoluto del grupo coreano.

En materia de acabados la mejora ha sido sencillamente abismal, con unos materiales muy firmes y duraderos que además se acompañan de un tacto muy agradable a la altura de los fabricantes europeos. La habitabilidad mejora también gracias a una carrocería que ahora mide 4,57 metros de largo, por 1,80 de ancho y 1,4 de alto, lo que supone 2 centímetros más de longitud y 2,5 de anchura. Estirón que repercute íntegramente sobre las plazas traseras, ahora mucho más aprovechables por dos pasajeros adultos, que quedarán gratamente sorprendidos por el espacio de piernas disponible. El maletero tampoco se queda atrás, con 407 litros de capacidad, aunque eso sí ligeramente irregular en sus formas y con una boca de carga demasiado alta.

La mejora ha sido integral, afectando a la amplitud, la calidad de los acabados, el equipamiento y la mecánica.

Mecánicamente supera el gran problema del modelo, que era la no disponibilidad de motores Diesel. De hecho, se lanza con una única motorización Diesel de 1.582 centímetros cúbicos de cilindrada y 136 caballos. De serie se acompaña por un cambio manual de seis velocidades, si bien opcionalmente está disponible la caja automática de doble embrague y 7 marchas que ya hemos podido probar en otro modelos de la firma.

Durante nuestra toma de contacto nos han llamado la atención dos cualidades, por un lado el excelente aislamiento acústico del interior y por otro el empuje del motor Diesel, una verdadera delicia para acometer viajes de medio y largo recorrido con unos consumos muy comedidos y unas sensaciones más que satisfactorias.

Sobre el asfalto detectamos aún un comportamiento de suspensiones más blando de lo que nos gustaría, pero que en ningún caso comproteme la comodidad de los ocupantes y mucho menos la seguridad. Sencillamente en Europa y especialmente en España nos gustan los tacos de suspensión más firmes que en el mercado norteamericano y al asiático.

El excelente conjunto se completa con unas posibilidades de equipamiento realmente amplias, incluyendo elementos opcionales tan atractivos como tapicería de piel, maletero que se abre al pasar el pie bajo la matrícula posterior, sistema de frenado de emergencia antes un imprevisto en la calzada, siete airbags, cámara de visión trasera, detector de ángulo muerto… Una pena que por el momento no pueda contar con la opción de navegador integrado. Antes de verano se incorpora una nueva variante con motor gasolina de 128 caballos.

Está disponible en tres niveles de equipamiento; Klass, Tecno y Style. El precio de partida es de 20.025 euros para el gasolina manual Klass y de 21.825 euros para el Diesel manual Klass. El cambio automático cuesta en torno a los 1.800 euros y como lanzamiento cuenta con unos 3.500 euros de descuento entre promoción, PIVE y financiación con la propia marca.