Curiosa la historia que protagonizó esta británica cuando venía de pasar el día en uno de los parques naturales de Reino Unido. Carol Howarth, de 65 años, volvía a su casa desde el Parque Nacional de la Costa de Pembrokeshire (Gales Occidental) cuando decidió parar en el centro de la localidad de Haverfordwest para comer. Fue entonces cuando se percató del impresionante enjambre de abejas que llevaba en la parte posterior de su coche, un Mitsubishi Outlander.

Al parecer, una abeja reina se sintió atraída por algo en el interior del vehículo, puede que un dulce, decidiendo entrar dentro del mismo y quedando atrapada cuando Carol aparcó para almorzar. Fue entonces cuando el resto del enjambre -veinte mil abejas- se posó en la trasera del coche en su intento de seguir a su reina. "Las abejas debieron posarse sobre la parte trasera de mi vehículo cuando me bajé del mismo. No había visto nada igual en mi vida", señala Howarth.

Enseguida uno de los transeúntes que presenciaron el 'espectáculo' alertó a los guardias del Parque Nacional, que se desplazaron al lugar para retirar el enjambre. "Muchos conductores aminoraban la marcha para observar a las abejas y tomar imágenes. Me daba miedo que alguien pudiera hacer una locura y resultar herido o dañar a los insectos", comenta Tom Moses, el apicultor que se encargó de salvar a la reina.

Por suerte, la reina pudo ser capturada y trasladada en una caja hacia un lugar seguro y apartado del núcleo urbano; como no podía ser de otra manera, el resto de la colmena la siguio, dejando el coche a la entera disposición de su dueña nuevamente.