Se trata de un dispositivo que funciona vía satélite y que, una vez accionado por el automovilista, conecta directamente con el número 112 de emergencias que cubre a todos los países del continente europeo. En ese mismo instante, el vehículo es geolocalizado en la situación exacta donde se encuentra y dirige a los equipos de rescate para facilitar su trabajo y canalizar las asistencias necesarias.

Recordemos que este dispositivo ya forma parte de las dotaciones de equipamiento de algunas marcas como Peugeot, Citroën, Volvo o BMW. En otros países europeos ya son miles de automovilistas los que llevan en sus vehículos el Ecall, una opción que nos mantiene constantemente en contacto con los diversos servicios de emergencias locales. Se estima que la importancia de acelerar los primeros momentos en la movilización de los medios de emergencia podría salvar unas 2.500 vidas al año. La mayoría de los fallecimientos por accidentes de tráfico se producen en los primeros momentos después del accidente, por lo cual el Ecall se haría muy útil en acortar ese lapso de tiempo necesario para recibir la asistencia tras un siniestro.

Ahora sólo falta que los diferentes países se pongan de acuerdo en las inminentes reuniones que se mantendrán en Bruselas al respecto. Las diferentes administraciones aportarán sus propias ideas al respecto y, de seguir su curso el proyecto, muy pronto podríamos ver en las consolas de todos nuestros automóviles la tecla del Ecall, un auténtico ángel de la guarda en caso de accidente.

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