Tomando como referencia las estadísticas de la Dirección General de Tráfico, casi el 7% de los accidentes registrados en nuestro país se producen en situaciones neblinosas, un porcentaje demasiado alto sobre todo si tenemos en cuenta el buen tiempo que acostumbramos a tener en España.

Conducir bajo la niebla en nuestras carreteras es, por tanto, algo especialmente peligroso y conviene ser consciente de ello. No obstante, en Car and Driver queremos ayudarte a que puedas hacerlo de forma segura, empleando el alumbrado de tu coche de forma correcta para ver y ser visto. Estas son las 5 claves que debes de seguir cuando conduzcas en estas circunstancias, tan habituales en los días venideros.

1.- Enciende sólo las luces adecuadas, verás mejor. En los vehículos provistos de luces anti-niebla delanteras, es necesario hacer uso ellas cuando atravesamos un banco de niebla, aunque no sea demasiado densa. Incluso, en condiciones de baja visibilidad por fuerte lluvia o en carreteras reviradas podemos emplearlas siempre que no deslumbremos a otros usuarios de la vía. Pero tan importante como accionar estas luces es no dar las largas–o alumbrado de carretera–, pues las gotas de agua suspendidas que contiene la niebla hacen que el potente haz de luz rebote en ellas por lo que veremos menos.

2.- Las anti-niebla traseras, sólo en casos extremos. Cuando atravesamos un banco de niebla densa tenemos que tener en cuenta que la misma dificultad que tenemos para ver nosotros la comparten el resto de usuarios de la vía por lo que se hace imprescindible dar las luces anti-niebla traseras para que nadie pueda alcanzarnos por detrás. No obstante, este alumbrado está reservado para esta única circunstancia, de modo que en casos de niebla ligera o lluvia moderada, con el alumbrado convencional basta para advertir de nuestra presencia y es importante desactivar los anti-niebla para no deslumbrar a los demás conductores, que tampoco advertirán si vamos a frenar o a realizar un giro debido a la intensidad de esta luz.

3.- Referencias, nuestras mejores aliadas. Cuando la visión frontal no supera los 20 metros debido a la densidad de la niebla, lo mejor es tomar como referencia la línea del arcén. De esta forma sabremos en todo momento por donde continúa la carretera, advirtiendo todos los giros y también la presencia de otros vehículos.

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4.- Menor velocidad, mayor distancia de seguridad. En situaciones de escasa visibilidad se hace imprescindible reducir la velocidad adecuándola a nuestro campo de visión, así como aumentar la distancia de seguridad con el vehículo precedente. Con niebla, ambos mandamientos son absolutamente obligatorios y es que si bien alguien que vaya 'abriéndonos camino' puede servirnos de referencia, conviene recordar que él también puede equivocarse, realizar un cambio de dirección o un frenazo brusco. Tenerlo 'en la visual' es importante, pero conservar una distancia de seguridad para detener nuestro vehículo lo es mucho más y es que con la humedad, la calzada se vuelve más deslizante.

5.- Una retirada a tiempo es una victoria. Si la carretera no cuenta con líneas longitudinales ni ninguna otra marca vial que podamos seguir, en condiciones de niebla especialmente densa lo mejor es que detengamos la marcha en algún lugar seguro, siempre al margen de la calzada, donde esperaremos a que despeje.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.