El nuevo radar múltiple que el Ayuntamiento de Madrid instaló en la M-30 el pasado mes de octubre de 2014 ya ha comenzado a multar conductores. Este dispositivo, bautizado como "superradar o multirradar" es capaz de controlar de forma simultánea a los vehículos que circulan en los cuatro carriles, de forma que, aunque lo hagan en paralelo, puede sancionar a cada uno de ellos de forma independiente, reconociendo la velocidad de éstos.
El cinemómetro, de última generación, le costará al consistorio 360.000 euros durante los próximos cuatro años y es capaz de captar hasta 1.000 fotografías diarias. Está ubicado en una zona donde la velocidad máxima es de 70 kilómetros/hora, exactamente en el kilómetro 16,350 del túnel de la M-30, bajo el puente de Paseo de Pontones. De esta manera, el radar controla desde las incorporaciones del Puente de Segovia y Ermita del Santo, hasta los carriles paralelos y es el décimo cuarto radar que se instala en un túnel de la capital.
Cabe la pena recordar que cada mes en Madrid, se imponen una media de 30.000 multas de tráfico por exceso de velocidad y sólo la M-30 se llevó 25.800 sanciones en meses como septiembre del año pasado.
El presupuesto municipal de 2015 prevé unos ingresos de 93,6 millones de euros por multas de circulación. La de 2014 ascendía a 111,1 millones de euros.
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