En mayo de 2015 fue aprobada la octava edición del Plan PIVE, presupuestada con 225 millones de euros, 212 de los cuales han sido ya consumidos. De acuerdo a las previsiones, que contemplan un gasto de 1,5 millones de euros al día, la ayuda a la compra de vehículos nuevos se agotará antes de que finalice el mes, cumpliendo así el plazo máximo establecido, propuesto para el próximo 31 de julio.

El Plan PIVE 8 ha contado con un presupuesto de 225 millones de euros, complementados por la misma cantidad aportada por los fabricantes

Ante la necesidad de impulsar las ventas de vehículos eficientes y renovar un parque de automóviles demasiado envejecido, el Gobierno aprobó en 2012 la primera edición del Plan PIVE. Desde entonces, miles de clientes han podido enviar sus antiguos coches a la chatarra ahorrándose una importante cantidad de dinero en la compra de uno nuevo. Pese a que la ayuda ha sido inferior a la contemplada por otros planes–1.500 euros del Plan PIVE 8 frente a los 2.000 euros del PIVE 7–, cerca de 300.000 personas se han podido beneficiar de este incentivo, que ha contado con la mayor dotación presupuestaria de todas las ediciones.

Las comunidades autónomas más activas en el Plan PIVE 8 han sido Andalucía, Cataluña y Madrid, mientras que el mayor número de ventas adheridas a este incentivo han sido registradas en Madrid, Barcelona y Valencia. La media de edad de los vehículos enviados a la chatarra es de 16,4 años.

Desde el primer Plan PIVE se ha destinado un total de 1.115 millones de euros por parte del Gobierno, que han sido complementados por la misma cantidad aportada por los fabricantes. De esta forma, se han sustituido 1,1 millones de vehículos por otros más modernos, eficientes y seguros. Los incentivos han sido decisivos en la recuperación de un sector que, por primera vez desde 2008, ha superado el millón de unidades vendidas. Las cifras han repercutido también en otros sectores, que gracias al efecto multiplicador han experimentado un crecimiento notable.