A pesar de que a los coches eléctricos les cuesta despegar en el mercado español -representan un 1,7 % de las ventas, híbridos incluidos-, más de la mitad lo ven como recurso idóneo para mejorar la movilidad urbana. El segundo informe "Radiografía de los hábitos de movilidad" de Alphabet España ha constatado que un 76 % de los españoles apoyan ese papel, si bien únicamente un 5 % ha utilizado uno en alguna ocasión.

La encuesta se realizó entre junio y julio de 2015 a 1.622 personas de entre 18 y 75 años. Entre quienes todavía no han probado un vehículo eléctrico, un 71 % está interesado en hacerlo y un 24 % prefiere otros métodos para desplazarse. Este porcentaje aduce los aún presentes escollos de la autonomía y una infraestructura de recarga pendiente de mejorar, además del elevado precio de las baterías.

Si se clasifican por edades, el mayor porcentaje de aceptación se halla en los interrogados de entre 18 y 30 años. Un 88 % de ellos aceptaría conducir uno de forma regular, mientras que esa respuesta en ciudadanos de más de 60 años se dio en un 68 % de los casos.

A pesar de la opinión favorable de los más jóvenes, las perspectivas de implantación del coche eléctrico que tiene la mayoría resultan poco halagüeñas. Solo un 23 % de los encuestados cree probable que su uso se generalizará en el futuro. El transporte público se convertirá en una alternativa más recurrente según un 43 %, mientras que el 19 % considera que la bicicleta se popularizará más todavía para moverse en ciudad.