El 43,1 por ciento de los conductores fallecidos en accidente de tráfico durante 2015 dio positivo en alcohol o sustancias estupefacientes. El porcentaje es todavía más preocupante si lo comparamos con las cifras del ejercicio anterior, en 2014 un 39 por ciento de los fallecidos había consumido o ingerido este tipo de sustancias. Con todo, la DGT señala que los números confirman una mejora respecto a niveles anteriores, en los que se registraron cifras de hasta el 47,32 por ciento (2012).

En 2015 fallecieron un total de 1.126 personas en accidentes de circulación, 638 de ellas fueron sometidas a análisis toxicológicos, dando positivo en alcohol el 66,9 por ciento, de las cuales el 70 por ciento arrojaron tasas de alcoholemia superiores a los 1,2 gramos por litro de sangre.

Si hablamos de drogas, un 31,64 por ciento de las víctimas dieron positivo en estupefacientes, prácticamente la mitad de ellas por cocaína (49,4 por ciento) y otra gran parte por cannabis (43,6 por ciento).

También es preocupante el consumo de psicofármacos, ya que un 26,5 ciento de los fallecidos habían consumido alguna sustancia de este tipo, como antidepresivos o ansiolíticos. De la misma forma, llama la atención el llamado “consumo asociado”, que consiste en la mezcla de varias sustancias, siendo el alcohol y la cocaína la combinación más frecuente.

El 91% de las víctimas que dieron positivo en el consumo de algun tipo de sustancia incompatible con la conducción fueron hombres

El perfil más frecuente del conductor fallecido comprende a los varones de entre 25 y 55 años de edad, que circulan de noche con altas dosis de alcohol en sangre o bajo los efectos de las denominadas drogas duras. En total, los hombres representan un 91 por ciento de los fallecidos, mientras que el 48,9 por ciento de ellos conducían automóviles y el 31,6 por ciento motocicletas.

Los datos están recogidos en la ‘Memoria 2015 sobre la incidencia de alcohol, drogas y psicofármacos en los conductores, acompañantes y peatones fallecidos en accidente de tráfico’ presentado el 21 de julio por la Dirección General de Tráfico y el Instituto Nacional de Toxicología. Ambos organismos consideran inasumibles los porcentajes actuales y manifiestan la necesidad de poner remedio a la situación.

Parte de las estrategias que se llevarán a cabo para poner fin a este tipo de muertes pasan por el refuerzo de la educación y la concienciación, haciendo hincapié en el cumplimiento de la ley. Otro de los puntos a seguir es el refuerzo de los controles preventivos, que según Bartolomé Vargas, fiscal de la sala coordinador de Seguridad Vial, “salvan vidas porque evitan tener que hacer autopsias”.