Las nuevas tecnologías integradas en el automóvil, la conectividad con móviles y los datos en la "nube" son piezas clave para hacer cada vez más más segura la conducción. También pueden servir para avanzar en la resolución de casos que constituyen un gran riesgo para los automovilistas.

La circulación en sentido contrario accidental o deliberada forma parte de los que más preocupan y para el que todavía no se ha hallado una medida suficientemente eficaz. Ya se hable de incidentes puntuales o de conductores suicidas, muchos terminan por ocasionar accidentes graves sin que siquiera se haya recorrido apenas medio kilómetro.

La rama de Bosch dedicada a aplicar la tecnología a la movilidad ha inventado un sistema con potencial para atajarlo en menos tiempo que las alertas por radio actuales. Su mecanismo de avisos tan solo necesita diez segundos para advertir al resto de vehículos, incluso a los que se encuentran más alejados del que va en sentido opuesto al de la marcha.

El funcionamiento de este software propio radica en la comparación de datos almacenados en la "nube". El sistema registra cómo se mueven los coches en la vía y, a la hora de cotejar la información, la divide en dos módulos: el del usuario y el de los demás conductores que van en su dirección. Si en algún momento no coinciden, se emite una alerta tanto al automovilista que se desplaza en sentido inadecuado como a los que conducen a su alrededor.

El citado software se nutre de señales de localización de los vehículos que se transmiten a la nube de modo anónimo y constante. Una central las procesa y documenta a través de Internet. Por estos motivos, para sacar más rendimiento a este remedio es necesario que exista el mayor número de usuarios posible. Bosch ofrece múltiples facilidades a coste reducido.

El sistema, que se lanzará en 2016 y que exige conexión permanente a la red, puede integrarse tanto en su aplicación myDriveAssist como en los sistemas multimedia que ya incorporan muchos modelos del mercado. Si este no dispone de acceso a Internet, puede obtenerlo a través de un móvil o tableta electrónica que sí cuente con él.

Una alternativa más contundente estriba en añadir esta función a la llamada a servicios de urgencia eCall, obligatoria en todos los coches nuevos desde el 1 de octubre de 2015 en España y en 2018 en Europa. Su integración demandará tiempo y voluntad por parte de los conductores o autoridades, pero Bosch afirma que ya se han puesto en marcha para conseguirlo. Uno de los miembros de su Consejo de Administración, Dirk Hoheisel, declara al respecto: "Buscamos lograr una rápida aceptación del mercadopara que el sistema pueda desarrollar al máximo todo su potencial para salvar vidas tan pronto como sea posible".