En la cabalgata de Alicante los reyes decicieron desplazarse en unos flamantes coches descapotables antes de montarse en su carroza sin embargo, lo que no podía imaginar el rey Gaspar es que el Cadillac que había escogido para la ocasión no tenía frenos.
El conductor de Su Majestad, se dio cuenta enseguida y cuando bajaba por la avenida de Jaime II, hacia al punto de partida de la cabalgata, decidió abortar el paseo con un volantazo que le permitió esquivar a la gente que se amontonaba en este sitio.
El automóvil quedó empotrado en el parque de bomberos de la localidad, según informa el site Tallerator.es donde hemos podido conocer que además de quedar dañado, el Cadillac dejó inutilizados dos camiones del centro al bloquear el portón de acceso a las instalaciones. Más allá de la anécdota este site de especialistas en el cuidado del automóvil destaca que “a veces la magia falla y hay que tener siempre presente que todo vehículo necesita su correspondiente mantenimiento y tener todos sus elementos mecánicos”.
Protección Civil informó que José Antonio Maseda, gerente de 'El Corte Inglés' que hacía de rey Gaspar, salió con diversas contusiones leves, al igual que el conductor. Sin embargo, pudo reanudar la cabalgata en el vehículo de su compañero Baltasar.
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