Bolivia sigue sin sentarle bien al Dakar. Desde que la caravana del Rally más duro del mundo llegó al país americano, la única etapa que no ha sufrido un recorte ha sido la propia etapa de descanso. Tras la meta prematura de la etapa cinco, la cancelación de la etapa seis y la disputa de solo la mitad de la etapa siete, le toca el turno a la etapa ocho.

Esta etapa debía tener en origen casi 900 kilómetros de los cuales casi 500 pertenecían a la especial cronometrada que se disputaría sin interrupción más allá de una pequeña pausa a la hora de cruzar la frontera entre Bolivia y Argentina. Sin embargo, la crecida de un río ha obligado a la organización a buscar una ruta alternativa.

La etapa comenzará en el lugar previsto y continuará hasta el kilómetro 171, donde se sitúa el primer “check point” y donde la carrera pasará a modalidad neutralizada. La organización ha diseñado un recorrido parar rodear el río problemático que obligará a los pilotos a recorrer 100 kilómetros más de los previstos, si bien la parte cronometrada se verá reducida.

Una vez sorteados los problemas, la especial cronometrada continuará hasta el lugar previsto, momento en el que los pilotos deberán completar un desproporcionado enlace hasta Salta, donde los vehículos podrán recibir asistencia tras superar la etapa maratón.

En cuanto a los camiones, se ha decidido que su etapa finalice en el kilómetro 171, sin disputar la segunda parte de la especial y siendo los grandes perjudicados (o no) de la jornada al perder más de 300 kilómetros de especial cronometrada. Sin duda, un gran contratiempo para el que esperaba esta etapa para atacar.

Así hemos seguido el Dakar 2017 en Car and Driver

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Sergio Martínez

Experto en Fórmula 1 y Motorsport, especializado en el mundo de las carreras y la competición a motor, la cual lleva cubriendo más de una década en diferentes medios del sector. Obsesionado de las categorías de formación y desconfiado por naturaleza de todo lo que le cuentan.