Tal y como comentamos desde este mismo medio, la mutilación y cancelación de la quinta y sexta etapa respectivamente probablemente no iban a ser las únicas. Y es que la séptima etapa comparte parte del recorrido que ha sido alterado por las fuertes lluvias caídas desde el jueves.

Para la séptima etapa, los pilotos debían comenzar con un largo enlace desde La Paz hasta la zona de Oruro, meta de la quinta y salida de la sexta etapa. Una vez en la zona la caravana del Dakar debía disputar una especial cronometrada de 322 kilómetros hasta Uyuni. La organización ha trabajo duramente para encontrar la viabilidad de diferentes rutas con las que continuar con la competición. Y parece haberlo encontrado, pero perdiendo parte de la etapa. Los ojeadores han confirmado que se podrán realizar al menos la mitad del recorrido cronometrado, 161 kilómetros, convirtiendo el resto en enlaces.

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Aunque estos vehículos están preparados para avanzar por casi cualquier tipo de terreno, entre ellos el barro, el problema son los daños que las lluvias han provocado en el terreno y que modifican las referencias del libro de ruta, invalidando todos los avisos de peligro, que resultan fundamentales para los pilotos, así como las distintas indicaciones para encontrar los “way point”.

El Dakar abandonará Bolivia el próximo martes en una especial cronometrada de casi 500 kilómetros entre Uyuni y Salta, aun con la incógnita de si se podrá disputar todo el tramo ya que volverán a atravesar una zona afectada por las lluvias de los últimos días.

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Así hemos seguido el Dakar 2017 en Car and Driver

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Sergio Martínez

Experto en Fórmula 1 y Motorsport, especializado en el mundo de las carreras y la competición a motor, la cual lleva cubriendo más de una década en diferentes medios del sector. Obsesionado de las categorías de formación y desconfiado por naturaleza de todo lo que le cuentan.