Toyota tuvo un gran comienzo en las 6 Horas de Fuji, la carrera de casa de la marca japonesa. La unidad #8 de Fernando Alonso, Sebastien Buemi y Kazuki Nakajima lideró las dos sesiones de entrenamientos libres que se disputaron en la jornada de viernes. El asturiano marcó la pauta en la sesión de tarde rebajando en dos segundos el tiempo establecido por Buemi durante la mañana, por lo que Toyota concluyó el día con sensaciones positivas.

Aun así, Alonso echó en falta los minutos que se perdieron con las banderas rojas causadas por problemas en los pianos salchicha del trazado de Fuji. Ambas sesiones de entrenamientos tuvieron que ser interrumpidas en varias ocasiones por los daños sufridos en estos pianos, llegando a ser removidos en la segunda práctica. Esta operación necesitó casi una hora para completarse, perdiendo así gran parte del tiempo de la sesión.

“Todo fue bien. Con todas las banderas amarillas y rojas nos quedamos cortos en el número de vueltas que queríamos completar, sobre todo para mí por ser mi primera vez en Fuji con el WEC. Ha sido un día positivo en cuanto a balance del coche. Hicimos algunos ajustes, pero la base del bólido es muy buena y estoy contento con el coche y con cómo están yendo las cosas. Esperamos tener otro día sin problemas mañana”, declaró Alonso al terminar la jornada.

Toyota cuenta para la cita de Fuji con un lastre de 26 kilos para igualar el rendimiento con respecto a los LMP1 privados. Alonso afirma que se nota el efecto de este peso extra en el comportamiento del coche, aunque espera que el rendimiento del Toyota permita compensar este obstáculo para conseguir la victoria en la carrera de casa de la marca.

“Somos más lentos y hay más movimiento, sobre todo en las curvas de alta velocidad. Lo podemos sentir y esperamos compensarlo con nuestro sistema híbrido y el rendimiento del coche. Habrá que ver mañana cuando todo el mundo esté en las mismas condiciones y especialmente el domingo”, comentó el asturiano.