A principios de los 80 la marca vivía sumida en la zozobra financiera e industrial motivada por la “espantada” de Fiat; a pesar de que nunca abandonó del todo la actividad deportiva, promocionando certámenes de rally basados en el Panda y el Fura Crono, no sería hasta 1985 cuando comenzaron la Copa VW Polo en los circuitos españoles y un certamen de rallyes basado en el Ibiza. Con motivo de estas dos actividades nació Seat Sport, una estructura especializada y como siempre motivadísima, que en 1987 afrontó uno de los proyectos más originales y complejos del automovilismo nacional: el Seat Ibiza Bimotor. El Ibiza Bimotor empleaba dos motores, dos cajas de cambios, dos embragues y hasta dos estructuras frontales de Ibiza, porque bajo las formas convencionales de la zaga se escondía un vano motor convencional, incluido el esquema de suspensiones McPherson, mucho más eficaz que la dotación del modelo de serie. Se hicieron dos Ibiza Bimotor, uno el de José María Serviá y otro para Toni Rius, que durante dos años participaron en el Campeonato de España de Rallies de Tierra logrando varias victorias. La puesta a punto del coche, como no cuesta imaginar, era delicada por su complejidad mecánica, lo mismo que su conducción. El piloto se encuentra frente a él una instrumentación duplicada: dos tacómetros, dos relojes de temperatura y otros dos de presión de aceite… de lo malo sólo hay un acelerador y una palanca de cambios con la que manejar ambas trasmisiones, eso sí. Los motores System Porsche 1.5 (1.5 x 1.5, como ponía en su portón) rendían entre 130 y 150 caballos cada uno, por lo que en conjunto las prestaciones del coche eran considerables. La aventura duró dos temporadas, 87 y 88, en las que Seat Sport diversificó su participación con otros coches y en otras disciplinas. Un Marbella Proto con motor dotado de compresor logró el campeonato en tierra y continuó varios años más, al tiempo que Seat Sport se encargaba de representar a Volkswagen y Audi, en asfalto con un VW Golf y en raids con un Audi Quattro hasta entrados los 90.
SEAT Ibiza Bimotor
La idea original surgió de los hermanos Serviá que montaron dos motores, uno sobre cada eje, utilizando la base de un Ibiza 1.5… o mejor dicho dos.
Por Carlos Lera / Fotos: Christian Colmenero
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