Tan sonriente como siempre, aunque ahora tintado pelirrojo y con un curioso topo en la cabellera, Kamui Kobayashi ha abandonado las carreras al sprint para centrarse en la resistencia, caballo de batalla de Toyota desde 2012. De hecho, ya en 2013 participó en el WEC a los mandos de un Ferrari del equipo AF Corse, con el que terminó quinto las 24 Horas de Le Mans y séptimo en el Mundial dentro de su categoría, la GTE Pro.

"Hace tres años corrí con el Ferrari en el WEC. Ahí ya tenía otro piloto en el equipo, así que lo de compartir el coche no es completamente nuevo para mí, aunque ahora tenemos tres pilotos, y no dos como me pasaba entonces", ha expresado en declaraciones a CarandDriverTheF1.com durante la presentación del nuevo Toyota TS050 Hybrid.

El año pasado, Kobayashi compaginó su rol de probador para Toyota en la categoría LMP1 del WEC con el de piloto de Kygnus Sunoco (siempre con motor Toyota) en la Súper Fórmula japonesa, heredera de la Formula Nippon, y este año vuelve a la Resistencia, ya en la categoría más importante. Kobayashi, por tanto, ha encontrado en el gigante automovilístico nipón una tabla de salvación para su talento, que en la categoría reina ya no cotizaba como en un tiempo.

"Ya estuve en este equipo cuando corría en F1, así que los conozco muy bien y me siento como en casa. Confío mucho en ellos y me gusta mucho el coche hasta ahora, aunque aún haya trabajo que hacer", ha dicho para referirse a una fiabilidad comprometida por el profundo cambio técnico que entraña el Toyota TS050 Hybrid respecto a su antecesor.

"De momento estoy bastante contento, habrá que medirse a los otros para saber dónde estamos de verdad".

CRÍTICO CON LA F1

El año pasado ya anunció que volver a la categoría reina no le interesaba y, de hecho, su mánager Chikara Funada dejó de trabajar en el paddock desde el inicio del año pasado. "No echo nada de menos la Fórmula 1", ha insistido. Respecto al reciente Gran Premio de Australia, no hemos podido pulsar sus opiniones, porque simplemente no puso la televisión ese día.

"No vi la carrera, porque siempre acaban igual, así que en realidad no la vi. Creo que no hay sorpresas", ha dicho Kobayashi, que ha dedicado duras palabras a la Fórmula 1, disciplina en la que compitió desde 2009 hasta 2014 en Sauber y Caterham, además de Toyota.

El tercer clasificado del GP de Japón 2012 ha arremetido contra la nueva era turbohíbrida de la F1, a la que critica sin mentarla explícitamente. "Cuando era muy joven pensaba que la F1 iba a ser algo distinto. Pero ahora es un poco extraño, por el sonido e incluso por velocidad. Al menos creo que antes había más emoción. Cuando piensas en cómo debería ser la F1, diría que piensas algo distinto a lo que es", ha admitido.

A sus 29 años, Kobayashi lanza al aire su idea de lo que debería ser el propósito principal de la F1. "La Fórmula 1 vive en otra realidad. Si te dicen en qué consiste la F1 de hoy, no dirías que es F1. Están lejos de la realidad. Esto va de que la gente se tiene que emocionar, eso es lo que quiere la gente y lo que hay que darle. Y esto no es lo que hace la F1", ha insistido el nipón.

NUEVA VIDA EN LA RESISTENCIA

Kobayashi tiene claro que, por ahora, no es necesario que los pilotos de resistencia se asocien o peleen juntos por objetivos importantes para la categoría, porque "no hay que pelear por nada. Esta categoría es distinta porque tenemos desafíos completamente distintos. Las 24 Horas de Le Mans son incluso más antiguas que el Mundial de F1 y cuando vas a la carrera hay un ambiente completamente distinto. Por la noche, te vas a una tribuna y la gente sigue disfrutando a esas horas. Así que no hay muchas quejas, porque la gente sabe que está en una carrera de resistencia y que es Le Mans, así que hay un acercamiento distinto".

El WEC ha cambiado algunos artículos de su normativa técnica para este 2016, que reduce el flujo de combustible y el gasto total de gasolina o gasóleo en aproximadamente el 7,5% respecto a al anterior campaña. Sin embargo, Kobayashi asegura que el piloto no percibe muchos cambios al volante. "Bueno, el coche ha cambiado mucho, pero para nosotros no cambia nada. Ni el turbo ni nada cambia demasiado, tenemos que hacer lo mismo", ha reconocido.

El japonés ha encontrado el mayor contraste entre las carreras al sprint y las de resistencia en la competitividad dentro de los equipos. "En la F1 siempre desarrollas el coche para ti y para pelear con tu compañero de equipo, mientras que aquí trabajáis juntos. La consistencia también es muy importante. En la F1 muchas veces buscabas el tiempo a una sola vuelta, y aquí la consistencia cuenta mucho. En dos horas aquí hacemos casi tanta distancia como en un F1. Y aquí entonces, después de dos horas, empiezas otra carrera. Hay que mantener la concentración mucho tiempo", ha dicho.

Directo como siempre en sus palabras, Kobayashi no antepone el Mundial a la victoria en Le Mans, sino que quiere ganar "ambas, yo diría que por igual".