La tercera temporada de la asociación McLaren-Honda no ha dado los frutos que ambas partes esperaban. Tras dar un salto de rendimiento en 2016, el equipo de Woking afrontaba la campaña con el deseo de seguir progresando, pero la escasa fiabilidad del motor les lastró especialmente durante la primera mitad del año. A pesar de que la segunda parte fue más positiva, los resultados no estuvieron a la altura de las expectativas y McLaren decidió poner fin a la colaboración a finales de esta temporada.

Zak Brown admitió que 2017 no ha sido un buen año para McLaren. “Si solo nos fijamos en los resultados, entonces tenemos que calificarnos con un 1 sobre 10, afirmó el CEO de la estructura a Auto Motor und Sport. Aun así, reconoció que hay aspectos positivos a destacar. “Ha sido una gran temporada en cuanto a trabajo en equipo, moral, nuestra aventura en las 500 Millas de Indianápolis, nuestros fans y nuestra alineación de pilotos. Si miramos atrás, probablemente queramos eliminar este año, pero podemos decir que es comienzo de una nueva era, añadió.

Honda asumió un gran riesgo al introducir un concepto de motor totalmente distinto para intentar solucionar los problemas de fiabilidad, pero no tardaron en aparecer más dificultades.Las primeras señales llegaron antes de los test. Los datos no eran prometedores. Tras cambiar el motor en varias ocasiones durante los test, nos dimos cuenta de que era un gran problema”, explicó Brown.

"No existía una solución rápida"

“Había algún fallo fundamental y no existía una solución rápida. Llegados a este punto, nos planteamos cómo podíamos salir de esta situación lo más rápido posible. Consideramos varias opciones: tomar un descanso, cambiar de motorista y pedir a otros fabricantes que trabajaran con Honda. Ninguna de las opciones podía funcionar. Durante el Gran Premio de Canadá decidimos que tocaba cambiar de motor”, relató.

A pesar de los problemas del motor, McLaren fue capaz de producir un chasis competitivo que muchos señalaron como uno de los mejores de la parrilla. “Con cálculos de GPS podemos predecir con un 90% de exactitud dónde estaríamos si tuviéramos más potencia de motor. Podíamos medir cuánto tiempo perdíamos en las rectas. Sin embargo, no sabemos cómo funcionaría la aerodinámica si tuviéramos un paso por curva 10 km/h más rápido. Aun así, tenemos buenas sensaciones sobre cómo rendiríamos con más potencia, pero solo puede comprobarse en la pista”, señaló Brown.