Pascal Wehrlein y Jenson Button fueron los protagonistas del accidente más espectacular de la jornada en Mónaco. Los dos pilotos se mantuvieron uno detrás del otro desde los primeros compases de la carrera, cuando el británico se quedó tras el alemán después de sus tempranos pasos por boxes, con ‘unsafe release’ del equipo Sauber incluido. La situación se mantuvo así según iban pasando las vueltas y Button comenzó a perder la paciencia.

Probablemente en una acción desesperada, Button intentó superar a Wehrlein en Portier. El piloto de McLaren no tenía espacio suficiente para realizar la maniobra y ambos chocaron a la salida de la curva. El coche del alemán se elevó y se quedó colocado verticalmente contra las barreras, lo cual hizo saltar las alarmas ya que esta situación se asemejaba a la del accidente de Wehrlein en la Race of Champions.

Finalmente, el alemán salió del coche por su propio pie. Wehrlein considera que el culpable del incidente fue Button al intentar una maniobra demasiado arriesgada. “Espero estar bien. Mi cabeza ha vuelto a tocar la barrera, así que tendré que pasar por una revisión la semana que viene. Fue escalofriante. Los frenos comenzaron a humear y no podía salir del coche. Lo único que quería hacer era salir cuando vi humo. Esta curva claramente no es un sitio para adelantar. Fue un movimiento estúpido”, declaró el piloto de Sauber tras la carrera.

Button no está de acuerdo con la versión de Wehrlein y defendió su acción, aunque admite que se preocupó al ver el Sauber de lado. “Me metí al interior y pensé que estaba dentro. De otra forma, no lo habría intentado. Me puse a su lado, o eso pensaba, pero entonces le miré y pensé que no me había visto. Con estos coches es muy difícil ver la parte trasera. Intenté frenar pero era muy tarde y nos tocamos. Nunca había visto a un coche ponerse de lado. No sé si fue por los neumáticos o por pura mala suerte. Fue horrible de ver”, explicó el británico.