Sebastian Vettel ha protagonizado una de las imágenes del fin de semana. El piloto de Ferrari fue llamado para el procedimiento de pesaje durante la Q2 de la clasificación. El alemán, para nada satisfecho con la decisión, optó por subir a la báscula con la propia potencia del motor, sin apagar el propulsor. El germano metió prisa a los técnicos de la FIA y, una vez terminado proceso, aceleró para salir de la báscula, una acción que ha terminado destrozando los instrumentos.

“Durante la segunda sesión de calificación, a las 15:27, el piloto del coche número cinco [Vettel], cuando se le pidió que pesara, se negó a apagar el motor, explica el delegado técnico de la FIA, Jo Bauer. “El coche fue empujado en la balanza y pesado con el motor en marcha, lo que dificulta obtener un resultado estable. Después de pesar al piloto, sacó la balanza por su propia fuerza y, al hacerlo, destruyó la báscula, añade.

"Como el piloto no estaba siguiendo las instrucciones y comprometió aún más la continuación del procedimiento de pesaje, se ha informado a los comisarios para su consideración".

Vettel se ha mostrado muy molesto con este procedimiento durante la rueda de prensa y ha preferido no hacer demasiadas declaraciones sobre el tema, aunque ha quedado clara su disconformidad. “No deberían llamarnos cuando las condiciones son como las de hoy. Creo que no es justo. Quería que se dieran prisa, concluye.