Mal día para Sebastian Vettel en Bakú. La participación del piloto alemán en la clasificación estuvo en peligro después de que en Ferrari detectaran una fuga hidráulica en el motor de su monoplaza al final de la tercera sesión libre que les obligó a cambiar a una unidad de potencia antigua. El cambio se realizó justo a tiempo para la Q1 y Vettel pudo salir a pista para la sesión clasificatoria.

Vettel clasificó en una cuarta posición que no es nada positiva para el actual líder del mundial, pues se convirtió en su peor actuación en Q3 del año. Esta es la primera vez en la que el alemán se quedó fuera de los tres primeros puestos en clasificación esta temporada y fue batido por su compañero de equipo Kimi Raikkonen. Además, tanto él como el finés se quedaron a más de un segundo del tiempo de la pole marcado por Lewis Hamilton, por lo que en este Gran Premio la Scuderia se encuentra en desventaja en comparación a Mercedes.

“Creo que el resultado es bueno, pero no estoy del todo contento. El problema de esta mañana no ayudó, pero no es una excusa. Estamos dando suficientes vueltas. Al final estaba solo y no tuve rebufo en el último sector, pero no me gustan las excusas. Podía haberlo hecho un poco mejor. Quizás el tercer puesto era lo máximo”, explicó Vettel cuando se bajó del coche.