Los dos compatriotas lucharon por la posición de una forma limpia. Llegaba la hora de las paradas en boxes, y los mecánicos de Mercedes se prepararon para recibir el W03 con el número siete. Red Bull también sacó a sus mecánicos a la espera de lo que hiciese Michael Schumacher. La información era clara y concisa para Sebastian Vettel: debía sobrepasar a Schumacher para poder optar al podio. Desde la radio así se lo hicieron saber, y le indicaron incluso que si no conseguía adelantarlo debía realizar la estrategia contraría a la que el Káiser efectuase: si Michael entraba, Vettel debía continuar en pista.

Dicho y hecho, los dos llegaron a la renovada parada del autobús y Sebastian lanzó su ataque en el interior de la primera chicane. Michael respondió y alargó la frenada. El RB8 estaba unos metros por detrás del Mercedes cuando de repente, para sorpresa de Vettel, Schumacher continuó recto hacia el box, hecho que obligó al joven alemán a cambiar su trazada para no impactar con el W03.

Los comisarios no sancionaron a Schumacher, aunque quizás sí influyó el hecho de que Vettel también podría haber entrado al pitlane pues sus mecánicos estaban preparados. Michael se defendió pues pensaba que su rival también entraría a boxes. En unas declaraciones recogidas por Reuters, Sebastian afirmó que la FIA actuó de forma correcta. "No importa dónde te encuentres a Michael en el circuito: ya sea luchando por el primer lugar o en el puesto quince; él luchará como un demonio. Eso es genial", comentaba Vettel a los periodistas después de terminar segundo.

Schumacher 'peleó' con uñas y dientes en Spa-Francorchamps, si bien al final se le escapó la posibilidad de terminar en el podio como consecuencia de la degradación de los neumáticos Pirelli. "Disfruté bastante en mi 300ª carrera , todas las batallas han sido divertidas", afirmó. "En definitiva, hay que ser realistas, entrar en los puntos viendo desde donde empecé no está mal, aunque es obvio que esperaba más cuando era segundo".

La continuidad del heptacampeón todavía es una incógnita, si bien Bernie Ecclestone pronunció unas palabras que invitan a pensar que el magnate británico ya conoce la decisión de Schumacher. "Me va a entristecer verle marchar. Me habría gustado verle ganar de nuevo", comentó antes del Gran Premio ante los micrófonos de la BBC.