Quizá sea porque ganar es el primer paso para caer mal a la gente, pero el caso es que Sebastian Vettel no tiene todo el reconocimiento mayoritario del paddock ni de los aficionados: tras la tradicional encuesta realizada tras la temporada a doce jefes de equipos (de forma anónima), Fernando Alonso fue más valorado que el alemán.
Algo que Vettel llega a comprender: "Le admiro mucho y le respeto como piloto", comenta a la publicación alemana Auto Motor und Sport. La lucha desenfrenada del español de Ferrari con un coche inferior por tratar de ganar al todopoderoso equipo Red Bull Racing quizá se ha vivido desde fuera como una proeza, y no es novedad que todo el mundo simpatiza con el más débil. No en pocas ocasiones se ha dicho que Alonso gana por manos, mientras que Vettel… por el coche: "Si la gente cree eso, también es culpa de Fernando; pero no me preocupa", asegura Sebastian.
En la pretemporada, mientras que el bólido rojo dejaba mucho que desear en Maranello y en el corazón de los tifosi de todo el mundo, Vettel sabía que iba a ser un duro contrincante: "Para mí estaba claro desde el principio que mi rival por el Título sería él. Después de las pruebas invernales, Ferrari se volvió más competitiva más rápidamente de lo que esperábamos; sí, quizá en Malasia (Alonso) no habría ganado en seco, pero ya en Barcelona fue uno de los mejores".
Pero la sombra de la duda sobre si Alonso hubiera ganado con un coche mínimamente más competitivo sigue planeando sobre el Título mundial de Vettel. Los comentarios son abundantes, y el germano no puede hacer oídos sordos, aunque sí que reivindica sus propios méritos: "No quiero tener que demostrar mi rendimiento, pero nosotros también hemos ganado carreras que no deberíamos haber ganado. Mónaco, el año pasado, por ejemplo, cuando tomé la decisión en contra de toda razón de ir a una sola parada. También en Barcelona, en 2011, cuando Hamilton era el más rápido pero no pudo adelantarme".
Pero si tuviera que destacar una cualidad de su rival, de Alonso, Vettel lo tiene claro y se une a sus admiradores, que se encuentran dentro y fuera de España, dentro y fuera de Italia, dentro y fuera incluso de Ferrari: "Su virtud ha sido siempre ser rápido incluso aunque casi nunca era el más rápido", concluía el tricampeón.
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