La pretemporada comienza a ser excesivamente larga para los pilotos de Fórmula 1, que ya están ansiosos de batirse en duelo, y cualquier cosa les vale para echarse una carrera.

Dos expertos en retarse mutuamente, ya sea comiendo frutas dudosamente comestibles, bailando de forma dudosamente agradable, o haciendo carreras de caravanas, son precisamente Max Verstappen y Daniel Ricciardo, los pilotos de Red Bull, que han intentado apaciguar la sed de competición con una pequeña carrera.

Para ello, los pilotos de la bebida energética se han subido a un pequeño kart, usando como circuito la factoría de Red Bull en Milton Keynes, y como buenos niños que son, interrumpiendo el trabajo del personal a la vez que nos permite observar el lugar de trabajo de uno de los equipos más exitosos de la Fórmula 1.

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