Max Verstappen puso fin a su maldición en Malasia. El piloto neerlandés se hizo con una segunda victoria que ha tardado más de lo esperado en llegar debido a la mala suerte que había plagado su temporada hasta el momento, pues solo había podido subir al podio en China. Verstappen superó a Lewis Hamilton con una buena maniobra de adelantamiento e impuso un ritmo que el líder del mundial no fue capaz de seguir hasta el final de la carrera.

En el fin de semana de su cumpleaños, Verstappen logró su primer triunfo desde el Gran Premio de España de 2016. “Tras la temporada que he tenido, esta victoria ha llegado en un momento muy bueno. Me puse muy contento al cruzar la línea de meta. Junto a mi padre, hemos llegado muy lejos y con la gran ayuda de Red Bull hemos conseguido tener champán, declaró al terminar la prueba.

“Desde el principio, me sentí bien con el coche. Vi que Hamilton sufría con la tracción más que yo, así que usé mi batería tanto como pude. Él tiene más que perder que yo en el campeonato, así que me la jugué en la primera curva. A partir de ahí pude hacer mi propia carrera. El coche fue increíble hoy y tuve un buen ritmo. Si necesitaba acelerar, lo hacía. Es alucinante en una carrera tan dura y es increíble ganar”, añadió el piloto de Red Bull.

De esta forma, Daniel Ricciardo y Max Verstappen se convierten en los únicos pilotos en lograr la victoria este año sin ser de Ferrari o de Mercedes. Aunque se encuentra descolgado de la lucha, el neerlandés aspira a alcanzar a Kimi Raikkonen en el mundial de pilotos aprovechando el buen rendimiento mostrado por Red Bull en las últimas carreras.