La segunda jornada de tests post-carrera de Bahréin fue un alivio para el equipo McLaren, que con Stoffel Vandoorne a mandos del monoplaza pudo completar 81 vueltas tras un fin de semana complicado en el circuito de Sakhir. El piloto belga admite que el trabajo que pudieron realizar aquel día fueron pruebas que tenían que haber hecho en los tests de pretemporada de Barcelona, lo cual es indicativo del retraso que lleva la escudería en cuanto a desarrollo.

“Estamos poniéndonos el día con muchas cosas tras perder tanto tiempo en los tests de invierno. Hay cosas que estamos haciendo durante los fines de semana que tenían que haberse hecho en Barcelona, pero fue bueno tener un día normal en Bahréin. Hacía mucho tiempo que no dábamos tantas vueltas. Aprendimos mucho ese día. Fue la primera vez este año en la que no tuvimos ningún problema. Hicimos cambios de set-up y podemos entender más lo que tenemos. Nos ayudó mucho a comprender de dónde viene el rendimiento del coche”, explicó Vandoorne en declaraciones a Autosport.

Honda traerá a Rusia una evolución con la que pretende solucionar los recurrentes problemas de MGU-H de la unidad de potencia y Vandoorne espera que la fiabilidad del motor siga mejorando. “Probamos cosas nuevas y también ajustes en el motor, aunque no sé cuál ha sido el veredicto sobre si los problemas se han resuelto. Pero tenemos algunas cosas nuevas este fin de semana y espero que ese problema en particular se haya solucionado. Ojalá todos nuestros días sean como el de Bahréin, no puede ser algo anecdótico”.