Posiblemente, Ron Dennis ha sido el hombre que más claro lo ha tenido siempre. Tu proveedor no puede ser tu rival. Y mucho menos cuando se convierte en rival directo. De ahí, las prisas por acabar la relación laboral con Mercedes y buscar un motorista independiente, libre, como lo fue Honda. La unión McLaren – Honda no ha podido ser más ruinosa, pero los motivos que buscaron la colaboración no podían tener más sentido.

Los éxitos de Red Bull con Renault, con un equipo Renault venido a menos, llevaron a pensar que un equipo cliente podía ser más competitivo que el de fábrica, pero fue la propia Red Bull la que se encontró de lleno con la realidad, cuando intentó buscar un motor más competitivo, teniendo tanto la negativa de Mercedes como la de Ferrari, que no querían dar ‘alas’ a un rival directo por las victorias.

Y el último episodio con los motoristas, con Toro Rosso y Renault lanzándose cuchillos mutuamente no viene más que a evidenciar las deficiencias que tiene la actual Fórmula 1 con el formato fabricas – equipos cliente.

Yellow, Product, Fun, Team, Sportswear, Games, Stadium, Vehicle, T-shirt, pinterest

En Toro Rosso están con la mosca detrás de la oreja. Tras una exitosa carrera en Singapur, con el cuarto puesto de Carlos Sainz, lo que les daba un gran empujón en la clasificación de constructores, Toro Rosso ha sufrido mil y un problemas. Más de los habituales, más que a principio de temporada. Y han llegado en el momento decisivo, con una fuerte lucha con Haas y Renault luchando por la sexta, séptima y octava posición del mundial, con mucho dinero en juego.

Abiteboul tuvo la ocurrencia de decir en rueda de prensa que no le gustaba como Toro Rosso trataba los motores, algo que acabó desatando el huracán. Toro Rosso lanzó un comunicado dejando claro que todos los fallos de MGU-H eran ajenos al equipo, y quiso remarcar que tanto Toro Rosso como Renault estaban luchando por posición y que tal y como había insinuado Abiteboul “puede que no sea una coincidencia”, señalando directamente a sabotaje. Trifulca abierta con Renault de incómodo testigo.

Toro Rosso, que ya había deslizado en círculos interiores que los suministros de Renault no siempre eran nuevos, sino en muchas ocasiones se trataba de piezas reparadas, no compra las explicaciones de Renault, una Renault que ha reaccionado de forma muy agresiva y que según prensa británica y alemana, estaría incluso buscando la forma de romper el contrato con Toro Rosso y no suministrarles en la última carrera del año.

Y esto es precisamente lo más grave del asunto, más incluso que las insinuaciones de sabotaje o de mal proveedor. Y es que de ser posible romper el contrato de forma instantánea, no será más que la prueba de que la Fórmula 1 de proveedores y clientes está rota, pues queda en potestad del motorista el suministrar o no. Suministrar a tu rival, al que te está quitando los puntos, al que está impidiendo que puedas presentar ante tus jefes un informe de progresión del equipo, que el pasado año terminó tras Toro Rosso y Haas, y que este año podría ocurrir exactamente igual. Y cuando se trata de rendir cuentas a superiores, se pueden llegar a tomar muy malas decisiones.

Text, Line, Font, Brochure, Document, pinterest

Que Renault cortase el suministro de motores a Toro Rosso dejaría en una posición muy difícil de defender a la Fórmula 1, una Fórmula 1 donde luchan los equipos de fábrica y el resto debe quedar relegado a una segunda posición. Donde un Williams jamás va a superar a un Mercedes, donde un Haas no se va a acercar a un Ferrari, y donde si a final de año, un Toro Rosso llega igualado a un Renault, se le cortan las alas. Una situación extremadamente fea en un mundo en el que se presupone pura competición y que podría provocar que se tambalearan los cimientos de este modelo.

La situación, a buen seguro, se aclarará. Una disculpa por aquí, un compromiso de transparencia por allá, se acabará la temporada y en 2018 a por otra cosa. Pero ya se ha cultivado la duda, ya la han señalado, ya quedará latente, siendo cuestión de tiempo que se vuelvan a sacar a la luz las dudas sobre el proveedor y sus intereses. Y la conclusión segura que se puede sacar de todo esto es que la Fórmula 1 necesita o más motoristas, o menos. Y es que hasta una situación de monopolio parece más propicia que este oligopolio, sobre todo mientras los motoristas proveedores también tengan su propio equipo oficial.