En la temporada 2015 el equipo Toro Rosso, en el que crecen los futuros pilotos de Red Bull, acabó séptimo en el Mundial de Constructores a pesar de que su objetivo era finalizar cuarto. Los problemas de fiabilidad de la unidad de potencia fueron uno de los mayores inconvenientes encontrados y más repetidos, pero también la forma de trabajar causó problemas en las carreras.

"Tenemos que cambiar nuestra forma de trabajar. La gente está haciendo un buen trabajo, sólo tenemos que profundizar en los detalles y entenderlo todo. Un problema de fiabilidad con frecuencia comienza en el proceso de dibujo, por lo que esta parte del equipo debe extremar la precaución. Luego hay que montarlo todo y a veces en este paso, no cometen errores directos pero sí pequeños errores que causan problemas", explica Franz Tost, el jefe.

"El siguiente paso es ir a la pista, cómo lo montan y desmontan todo allí, la atención a las partes pequeñas debe mejorar, es algo que corresponde a los procesos y ya tuvimos varias reuniones los meses y semanas pasadas", analiza Franz, que explica que los errores este año han venido por falta de atención al detalle.

"Lo discutimos todo y espero que en 2016 esté todo resuelto", señala el jefe de Max Verstappen y Carlos Sainz.

En 2016 los monoplazas de esta escudería montarán motores Ferrari de 2015 y Franz puntualiza que si el equipo tiene que cambiar los procedimientos, se debe hacer porque de esta manera podrán luchar por su objetivo, que es ser quintos en el Campeonato de Constructores.

Además, los pilotos afrontan su segundo año en la competición. "Estoy convencido de que podemos pelear por el quinto puesto el año que viene, tendremos un coche rápido", finaliza.