La propuesta de incluir coches clientes a partir de 2017 sigue sumando adeptos y críticos. En este caso ha sido Franz Tost, jefe de equipo de Toro Rosso, el que ha expresado su escepticismo con la decisión tomada por el Grupo de Estrategia. El austriaco considera que ser un coche cliente puede resultar más caro de lo que algunos piensan.

"Sería una buena manera de empezar en la Fórmula 1, como Toro Roso", ha señalado, aunque ha querido hacer hincapié en los costes. "Tengo la impresión de que la gente subestima los costes de un coche cliente, porque no es tan barato como piensan. Si quieres ser competitivo necesitarás comprar al equipo constructor. Y ellos no sólo están trabajando para el aspecto técnico, también están trabajando para el financiero. Será un poco caro, no será gratis".

Por ello, Tost no cree que un equipo cliente pueda trabajar por menos de la mitad del presupuesto de un equipo grande. "Por un lado será más barato porque no tendrás que completar los costes de diseño de piezas, del túnel del viento y todo ese tipo de cosas. Pero tienes que construir las piezas, y eso cuesta dinero. Creo que podría estar en torno al 40 – 50% del presupuesto de los equipo de arriba", ha concluido.