Sebastian Vettel, con poco más de 20 años, demostró todo su potencial en el equipo de Faenza, propiedad de Red Bull y dirigido a jóvenes pilotos, durante los años 2007 y 2008, antes de recalar en la escudería madre para el curso 2009.

Tras ganar de forma consecutiva los campeonatos del mundo 2010 y 2011, a Tost no le produce amargura el pensar que, con Vettel a bordo, el anterior equipo Minardi podría haber escalado en la parrilla.

"Eso (mantener a Vettel) no fue un problema ni siquiera durante un segundo", declaró el australiano a la revista Sportwoche. "En esa situación, a Vettel no le habrían permitido seguir con nosotros. Probablemente ni siquiera se hubiera planteado nunca", añadió Tost.

Asimismo, reconoció que una gran parte del éxito de Vettel en Toro Rosso en 2008 fue debido a Red Bull. "A la larga estamos pendientes del futuro de los pilotos, y en 2008 usábamos el coche de Red Bull Technology, diseñado por Adrian Newey", añadió Tost, quien recordó que desde el primer momento estuvo seguro de que la alianza de Vettel con el equipo austriaco sería "formidable".

"Me resultaba evidente que esa combinación -Red Bull, Vettel y Newey- dominaría tarde o temprano", indicó. "De hecho, ya habrían logrado el título en 2009 de no ser por la historia del doble difusor de Brawn".

Pero a pesar de ver la marcha de Vettel como algo inevitable, Tost admite que no es feliz al pensar en 2008 como el momento cumbre de Toro Rosso. "No, debería repetirse", respondió con confianza. "Tan a menudo como sea posible".