Muy lejos psicológicamente parece quedar el segundo puesto logrado por Romain Grosjean en el Gran Premio de Canadá. Es su mejor resultado en Fórmula 1, completado por sendos terceros lugares en Bahréin y Hungría. Romain es octavo en el Mundial con 82 puntos, 13 por delante de Felipe Massa, a pesar de la exclusión italiana por su accidente en Bélgica. El francés tiene demasiados altibajos, y Stewart cree que podría ayudarle.

Pero el tricampeón de Fórmula 1 no es la primera vez que se ofrece para ser el entrenador de Grosjean, pues ya lo hizo a principios de esta temporada, aunque el piloto de Lotus contestó seco y tajante en julio: "Solía trabajar con un entrenador, y no creo que hoy lo necesite". Pero después de su espectacular carambola en la salida del Gran Premio de Bélgica, Grosjean apareció tres meses después con Benoit Campargue, el entrenador francés del yudoca Teddy Riner. No pareció servirle de mucho, pues justo después se llevó por delante a Mark Webber en la segunda curva de Suzuka, el pasado fin de semana, ante el estupor y el enfado del australiano de Red Bull Racing.

No es cosa de broma: Stewart le recuerda que, de seguir así, pondrá en peligro no sólo su integridad física y la de sus rivales, sino también su futuro profesional: "Cualquier accidente más podría poner en peligro sus oportunidades de pilogar para Lotus a próxima temporada, y también en cualquier otro equipo puntero", asegura a la BBC.

Stewart, que trabaja con Lotus a través de su asociado principal, Genii, quiere echarle una mano si las cosas se vuelven complicadas: "Cuando llegue el momento y quiera hacerlo, siempre estaré ahí para él, gracias a mi relación con el equipo". El máximo responsable de que 'esa situación' llegue sería Eric Boullier, jefe del equipo Lotus. Cuando hoy se le pregunta si los accidentes han tambaleado el futuro del piloto de 26 años en el equipo, contesta someramente a The Daily Mail: "Todavía no; pero espero ver una mejora".