Más de un mes ha pasado de que se hiciera pública la carta remitida por Ferrari a los comisarios técnicos de la FIA pidiendo una aclaración sobre un sistema de suspensión que presuntamente estarían usando Mercedes y Red Bull y que vendría a emular el prohibido sistema FRIC.

Aunque no había dudas de que el sistema contemplado por Ferrari en su consulta sería ilegal a ojos del reglamento técnico, los equipos implicados no parecía darse por aludidos, afirmando, como Helmut Marko, que su sistema de suspensión no era ilegal, y que por lo tanto el Red Bull no necesitaría un rediseñado aunque sí realizarían pequeños retoques.

Lo que no se sabía y ahora se ha dado a conocer por informaciones reveladas por Motorsport.com, es que los equipos continúan debatiendo sobre el tema con posturas enfrentadas, sin llegar a un consenso en el que la FIA no parece saber cómo intervenir, ya que los vehículos están prácticamente desarrollados y alguna decisión podría obligar a rediseños de última hora que podría complicar el inicio de campeonato.

Sin embargo, sin una decisión en firme, los equipos podrían disputar la carrera inaugural del año en Australia y más tarde ser denunciados por un rival (solo hay que pagar una cantidad de dinero en concepto de fianza) depositándose el peso de la decisión en los comisarios de carrera cuya resolución además podría ser apelada hasta la última instancia, la corte de apelación de la FIA. Una situación que ni equipos ni organizadores desean ya que los resultados quedarían en suspenso durante demasiado tiempo, dañando la imagen del campeonato.