Como si de un culebrón de segunda se tratase, la historia, un cruce de acusaciones, se desarrolló a través de redes sociales. Allí, la marca Rich Energy, uno de los potenciales compradores del equipo Force India, acusó directamente a Sergio Pérez y Mercedes de haber llevado al equipo a un concurso de acreedores para satisfacer sus propios intereses, a pesar de que en el último momento, esta marca, puso sobre le mesa más de 30 millones de libras.

Hay quién dice que esta maniobra se ha realizado para que el futuro comprador, que bien podría ser directamente Mercedes, se beneficia de una serie de ventajas en los pagos a proveedores, amén de que el precio ya no lo dicta libremente el propietario, sino que sigue otros procedimientos. Se dice porque a pesar de que Force India tenía deudas con estos proveedores, los pagos iban a ser satisfechos al recibir el pago de la FOM en referencia a la temporada 2017, algo que todavía no ha sucedido.

Por este motivo, y tras conocerse que Sergio Pérez fue uno de los grandes instigadores de llevar al equipo a este procedimiento legal, el piloto ha sido criticado por tratar así al equipo que le ha dado todo en los últimos años. Checo no se ha quedado parado ante estas acusaciones, dando su propia versión de los hechos.

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Pérez explica que su única intención era salvar el puesto de trabajo de sus 400 compañeros, ya que, gracias a su acción, la venta del equipo se acelerará, y con un cambio de propietarios, la situación se normalizará. Según la versión del piloto, algo que no se ha podido confirmar, la intención de ciertos acreedores era liquidar los bienes del equipo, lo que supondría poner fin a la actividad y renunciar al pago de la FOM, algo no muy inteligente.

Fue entonces cuando el mexicano decidió iniciar este procedimiento por el cual el equipo pasará a estar gestionado por un administrador designado por el juez cuya función es defender los intereses de los proveedores y evitar el alzamiento de bienes.

Una situación incómoda para el equipo que tras el Gran Premio de Hungría, inicia el parón veraniego, con los trabajadores lejos de la fábrica y sin ningún tipo de comunicación, impuesto por la FIA/FOM. Mal momento para hacer negocios.