Sebastian Vettel se convirtió la pasada temporada en el bicampeón más joven. La superioridad del RB7 y la ambición que mostró el joven piloto alemán sobre la pista, le condujeron a un éxito que no parece que vaya a cesar en los próximos años.

Con vistas a la temporada 2012, El de Heppenheim ha reconocido en una entrevista al rotativo alemán 'Die Welt am Sonntag' que es el claro favorito a alzarse con la que sería su tercera corona consecutiva.

"Sí, es cierto que soy el favorito. Creo que, por algunos motivos, no hay respuesta alguna a esa pregunta. Para mí siempre es importante ganar. Y cuando no es así, me fastidia mucho", ha reconocido el bicampeón mundial.

La ambición y el inconformismo han sido siempre dos actitudes que han llevado al piloto de Red Bull a escribir su nombre entre las grandes figuras de la Fórmula 1 a lo largo de las dos últimas temporadas.

Vettel ha querido mostrar su deseo por consolidarse como el número uno absoluto del deporte automovilístico: "Nunca he estado tan convencido de que quiero y tengo que ser el número uno. Si mañana en el hotel llego al ascensor y soy el primero de todos los pilotos alojados en pulsar el botón de bajar, me da igual que sea esa situación, siempre quiero ser el primero. A veces sí que tengo que pensar en hacer las cosas de manera más coherente e incitarme al orden, porque quizá se pueden llegar a hacer cosas extrañas. Pero eso es así, simplemente", asegura Vettel.

Si mañana en el hotel llego al ascensor y soy el primero de todos los pilotos alojados en pulsar el botón de bajar, me da igual que sea esa situación, siempre quiero ser el primero.

El ex piloto de Toro Rosso ha descrito de manera entusiasta lo que significa para él subirse a lo más alto del podio, una práctica que llevó a cabo frecuentemente en 2011 y que espera repetir en 2012.

"No hay nada tan emocionante como ser el ganador de la carrera y verte recompensado con una victoria después de hacer un gran trabajo durante los 3 días que dura un fin de semana de Gran Premio. Yo lo compararía con una borrachera, un golpe de suerte o algo parecido. Me encanta tener esa sensación y creo que la podré volver a sentir", ha explicado Vettel.

El bicampeón mundial ha querido mostrar su insatisfacción ante los posibles problemas que puedan surgir durante el plan de desarrollo del nuevo RB8, aclarando que siempre trata de entender el significado de cualquier avería con el resto del equipo, así como de evitar conjuntamente que vuelvan a producirse daños que afecten al desarrollo normal de los tests.

"Nunca me iría antes de lo normal a casa o al hotel después de una jornada completa en el circuito probando nuevas piezas para el nuevo coche. Cuando algo no va bien o no ha funcionado correctamente, no me gusta reprocharme a mi mismo que no he hecho el trabajo adecuado para solucionarlo", ha aclarado.

"Por ejemplo, si se rompe el motor, no puedo hacer nada para impedirlo. Pero sí que me sentiría culpable de no haber ideado alguna forma alternativa durante un test para que no se hubiera roto. La pretemporada tiene estas cosas, pero es importante que no haya ninguna avería. Sólo puedo salir satisfecho del monoplaza cuando tengo la convicción de que he hecho un buen trabajo sobre la pista", apostilló el alemán.