Cuando Michael Schumacher se bajó del habitáculo de su Mercedes en el pasado Gran Premio de Brasil, donde cruzó la línea de meta en séptima posición, su historia en la Fórmula 1 había concluido definitivamente. Eso sí: al menos como piloto. Porque él mismo asegura que quiere seguir en activo con otros papeles: "Obviamente hablaré con Mercedes para ver qué vamos a hacer juntos", declara el alemán.

Después de retirarse por primera vez en 2006, la leyenda viva de Ferrari continuó con la Scudería como consultor, mientras competía en diversas carreras de motocicletas en su país natal. Ahora, tras su segunda y (asegura) definitiva retirada, Michael comenta sus planes de medio plazo: "Hay buenas ideas y buenas opciones”, asegura. “Estoy bastante seguro de que mi agenda se llenará fácilmente".

No es de extrañar: todos querrán contar con los servicios de Michael, aunque ya no sea piloto. Su experiencia dentro y fuera de la pista se podría aprovechar en muchas áreas. Aunque, por encima de todo, lo que Michael quiere y necesita es un buen respiro. "Ciertamente he estado contando los días que me quedaban para vivir fuera de la Fórmula 1, y tengo muchas ganas de vivir esa vida".

Su familia será en ese sentido la primera gran beneficiaria. "No tengo planes concretos futuros. Obviamente tengo socios, he estado trabajando con ellos durante la Fórmula 1, y seguiré trabajando con ellos después. Mucho más tiempo lo dedicaré a la familia, y si hay más tiempo de sobra después, ya lo veremos…".

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