La ceremonia del podio del Gran Premio de Italia estuvo desafortunadamente marcado por los abucheos de los 'tifosi' a Sebastian Vettel. Apasionados por Ferrari, a los aficionados italianos no les agradó que el piloto de Red Bull ganara en la casa de la Scuderia y demostraron su descontento con pitidos y abucheos hacia el alemán. Comportamiento intolerable y antideportivo del que también se ha hecho eco uno de los pilotos más aclamados por los 'tifosi', Michael Schumacher. Para el germano, el cariño de los italianos se logra de una forma: pilotando para Ferrari.

Así, el Kaiser cree que la única manera de que los aficionados italianos estén contentos con Vettel es que éste fiche por el equipo de Maranello en el futuro y, por lo tanto, luzca el color rojo e Il Cavallino Rampante en lo más alto del podio. Así, el heptacampeón recuerda que no se ganó el cariño de los 'tifosi' hasta que no se puso al volante de un bólido rojo. "Al principio no me querían. Por ello, tienes que llevar un traje rojo (en referencia al color del mono de Ferrari). Ellos respetan los logros de Sebastian, pero no siempre son capaces de reaccionar de forma diferente desde un punto de vista emocional", explicaba Schumacher al diario alemán Bild.

Incluso el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, ha desaprobado la actitud de los 'tifosi' durante la ceremonia del podio en Monza. El italiano agradece el afecto de los seguidores hacia la Scuderia pero les pide ser respetusos con el rival. "Gracias a todos los aficionados, son fantásticos, pero lo podíamos haber hecho sin los abucheos a Vettel", afirmaba Montezemolo en el Salón del Automóvil de Frankfurt.