El equipo Sauber no entiende la diferencia de rendimiento entre su carrera de Barcelona y Mónaco. El hecho es que, pese a traer pocas actualizaciones de cara la prueba en el Circuit de Barcelona-Catalunya –solo un alerón trasero actualizado-, el monoplaza se comportó de un modo muy positivo, lo que permitió que Pascal Wehrlein sumar los primeros puntos del año con su octava posición en el trazado catalán.

Sin embargo, en Mónaco, con gran parte de las mejoras introducidas para esa prueba, el ritmo del C36 fue completamente diferente a lo visto en la carrera anterior, siendo los monoplazas más lentos durante la clasificación.

"Nos sorprendió que en Barcelona fuésemos tan competitivos cuando todos traían mejoras y nosotros solo un alerón trasero. En Mónaco tuvimos todo, con el nuevo suelo, bargeboards, todo… Esperábamos estar peleando en la zona media pero después estuvimos a un segundo del coche más lento de la parte media de la tabla. Estuvimos configurando el coche de diferentes maneras a lo largo del fin de semana para encontrar algo. Cuando se trae una actualización, es necesario afinar el coche pero es difícil hacerlo en Mónaco. Nos hubiera ayudado mucho conseguir la actualización en Barcelona, puesto que podríamos haber situado el coche un poco mejor en torno a la actualización cuando llegamos a Mónaco", explica Marcus Ericsson a Austosport.

Por otro lado, la directora de equipo de Sauber, Monisha Kaltenborn, asegura que no esperaba tanta diferencia de rendimiento entra una carrera y otra.

"Sabemos que el coche variaría, pero no me habría esperado tanto. Es extraño que el coche sea tan buen en Barcelona y de repente nos pase eso en Mónaco", concluye.