Sauber ha estado sumida en una profunda crisis financiera durante las últimas temporadas que se tradujo en un bajón de rendimiento que les relegó hasta el último puesto de la parrilla. La situación se hizo especialmente preocupante la pasada campaña, con un monoplaza que dejaba bastante que desear y un motor Ferrari del año anterior que les convirtió en el farolillo rojo carrera tras carrera.

La llegada de Alfa Romeo como patrocinador principal y su asociación con Ferrari supusieron un gran respiro para la estructura de Hinwil, que ha mejorado exponencialmente su rendimiento en las últimas carreras. Sauber ha llegado a meterse en la Q3 en dos ocasiones, convirtiéndose sus apariciones en la Q2 una tónica habitual cada fin de semana de Gran Premio.

Marcus Ericsson afirma que la situación de Sauber en la actualidad no tiene nada que ver con la de hace un año. “Hay una diferencia enorme. Lo primero de todo, por el aspecto financiero. Ahora la plataforma financiera es mucho más sólida y todo se construye desde ahí. Hemos incorporado gente muy buena al equipo y se están motivando con todo lo que está pasando”, comentó el sueco.

“Ahora estamos completamente en otro mundo en comparación a donde estábamos hace 12 meses y es genial. Creo que es impresionante ver la manera en la que hemos mejorado como equipo en 12 meses y es una fantástica recompensa por todo el duro trabajo realizado por el equipo”, añadió.

Sauber está 12 puntos por delante de Williams y tiene a Toro Rosso a apenas tres puntos, por lo que alcanzar el octavo puesto en las próximas carreras es un objetivo posible para la estructura suiza. No veo ninguna razón por la que deberíamos perder más terreno que otros equipos en la zona media. Hemos incorporado actualizaciones en más o menos cada carrera, nada grande, pero sí piezas que han mejorado el coche”, manifestó Ericsson.