La temporada de 2016 de Carlos Sainz ha dejado destellos de gran calidad, como en su remontada en Canadá, o al acabar en posiciones de prestigio, como en Estados Unidos o Brasil. Sin embargo, la impotencia por la falta de potencia de su STR11, con motor Ferrari de 2015, ha acabado por colmar la paciencia del joven de 22 años.

"Como piloto, no te gusta empezar una carrera consciente de que eres 15 kilómetros por hora más lento en las rectas y con el pensamiento de que no podrás adelantar a nadie. En cierta forma tengo ganas de acabar la temporada, para tener algo decente por lo que luchar el año que viene", ha citado Sainz.

"Ha sido una campaña muy buena para mí y no me gusta que acabe porque rindo a gran nivel ahora mismo y no me gusta parar de competir porque siento que estoy en racha. Seguimos con rendimiento carrera a carrera con mis ingenieros y mecánicos", ha añadido el madrileño.

"Quizá no da esa sensación cuando estoy décimo o 12º, pero en pista me siento cómodo y en un buen momento y no quiero estar tres meses sin una carrera. Por otra parte, quiero algo mejor por lo que luchar el año que viene", ha concluido Sainz.