El Gran Premio de Azerbaiyán no tuvo un buen comienzo para Carlos Sainz a pesar de su octava posición al final de la carrera. Daniil Kvyat se fue largo en la primera curva y regresó a la trayectoria al lado de su compañero de equipo. El piloto madrileño quiso evitar golpear al ruso y terminó sufriendo un trompo que le hizo caer hasta el fondo de la parrilla. A pesar de que en el momento se mostró furioso por la radio, Sainz se mostró más calmado tras la carrera y admitió que considera lo sucedido como un incidente de carrera.

“Se fue largo en la primera curva y regresó realmente rápido. Si me hubiera pasado a mí, habría vuelto tan rápido como él. En solo un milisegundo tenía que decidir si seguir hacia adelanto y chocar contra él o forzar la dirección un poco arriesgándome a sufrir un trompo, que fue lo que pasó. Mi mente decidió tomar una trayectoria evasiva para no tocarle y trompeé. Es una de esas situaciones de carrera que a veces simplemente pasan. No estoy enfadado con él por lo que ocurrió. Probablemente hubiera hecho lo mismo”, explicó Sainz en declaraciones recogidas por Crash.net.

El madrileño afirma que el fin de semana en Bakú fue el más complicado de la temporada. “No me he sentido cómodo con el coche desde el viernes. Obviamente trabajé en ello. Llegué a un punto en clasificación en el que estaba consiguiéndolo, logrando buenos sectores, pero nunca tenía una buena vuelta por falta de sensaciones, cuestión de confianza con el coche. Afortunadamente, lo investigamos y encontramos un par de cosas que no estaban bien en el monoplaza”, admitió.